El volumen de la música está a lo máximo.
Hace como dos horas llegamos a las Vegas luego de un pesado y largo viaje en coche, quedamos de vernos con los chicos directo en el concierto menos con Nathan que vino con nosotras o más bien nosotras vinimos con el.
Dejamos las pequeñas maletas con ropa en el apartamento de Nicol que por casualidad o suerte contaba con uno y nos quedariamos hasta el medio día de mañana.Aparcamos el coche en el estacionamiento mientras la música sonaba en todo el lugar, el escenario se encontraba repleto de gente bailando y gritando. No solo había un escenario, en el resto del lugar se encontraban diferentes juegos mecanicos redeados de luces y banners llamativos, típico en un lugar de las Vegas.
— ¡Chicas! — Nathan aparece y las chicas rien al ver que se embriagó más rápido de lo normal — ¿Vieron a Alli? la perdí después de que hiciesemos la segunda ronda.
Alli era una chica que conocimos al llegar al edificio de Nicol, muy agradable.
— ¿Cuantas copas ya llevas? — dice Cindy preocupada.— Perdí la cuenta en el número diez... — el rie, después se queda pensativo escuchando la música que suena — ¡Mierda, necesito a Alli para bailar esta canción!
Justo en ese momento Alli llega con las mejillas rojas y con un baso en cada mano, toma de la mano a Nathan y se lo lleva hacia el concierto.
— Bueno... — dice Cindy — Nathan nos remplazó por una rubia hebria, supongo que se divertirá toda la noche.
Jake y Garret aparecieron junto a nosotras, nos saludaron y cada uno se fue con su pareja, Zedd no estaba con ellos.
— ¡Cath! — murmura Cindy, se pone a mi lado y me enseña dos pastillas que llevaba en las manos, una pastilla la coloca en mis manos y la otra sobre mis labios entreabiertos — ¡Solo hazlo!
La música retumbaba en mis oídos, hace una hora que llegamos al concierto y hace una hora que esos dos se fueron con las chicas.¿Estará aquí?
¿Realmente, ella estará aquí?
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Tu mi "y" Wattys2019
Teen FictionNormalicemos ser el número uno. Ser egoísta es normal, ser arrogante y selectivo es normal. Él era el número uno, creía ser, de hecho estaba seguro. ¿Que podía faltarle? absolutamente nada. Así fue hasta una peculiar noche. Encontró a alguien que...