Capítulo 46

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Presiono el número de piso mientras espero que las puertas del elevador se cierren por completo, peresozamente  salgo tras abrirse las puertas al llegar al piso y camino hacia la oficina ignorando a la joven y nueva secretaria de mi padre que no h...

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Presiono el número de piso mientras espero que las puertas del elevador se cierren por completo, peresozamente  salgo tras abrirse las puertas al llegar al piso y camino hacia la oficina ignorando a la joven y nueva secretaria de mi padre que no ha dejado de mirarme desde que llegué.

Me detengo frente a la puerta y antes de poder abrirla la voz de la chica me detiene — : ¿Disculpe? No pude ingresar si no tiene una cita.

Sonrío ante su patético argumento y volteo a verla; de ser asi una buena secretaria habría preguntado quién era y a qué venía mucho antes de que diera un paso fuera del elevador.

¿Acaso no sabe quién soy?

Su delgada figura se pone tensa al ver que la miro detalladamente, arregla su melena colocando un mechón de pelo detrás de su oreja mientras disimuladamente revisa su tableta en sus manos asegurándose de lo que acababa de decir.

No puede ser mucho mayor que yo así que eso implica lo inexperta que es.

— ¿Que? — suspiro mirando a un lado donde se encuentra su escritorio — ¿No sabes quién soy?

Intenta decir algo pero la puerta de la oficina se habre mostrando el perfil y la mirada disgustada de mi padre.

— ¿Sucede algo? — pregunta a la chica que lo mira nerviosa — Tres minutos tarde, Zedd — recalca.

— Tu secretaria no me dejaba entrar — menciono tranquilamente sin mirarlo.

— No tenía ninguna cita agendada señor, Harrys — responde.

Maximiliano pasa por mi lado hasta quedar junto a ella — : El no necesita una cita, señorita Styll le presento a mi hijo y espero que este tipo de inconvenientes no se repita.

— Por supuesto, señor Harrys.

Doy la vuelta y entro a la oficina.
Mi padre entra segundos después y camina directo hacia el bar sirviéndose una copa, ignora por un momento mi presencia, cómo siempre y da unos pasos hasta sentarse en su silla.

— Tu secretaria es muy joven ¿No crees?

— Es la hija de uno de nuestros socios, solo le hice un favor — responde apartando la portátil a un lado.

— Y a qué viene tu llamada

— El aniversario de la fundación — dice con simpleza — Cómo todos los años anteriores también se celebrará el cierre de año, algo a lo que nunca has asistido.

— ¿Y porque crees que cambiaría este año?

— Necesito que asistas y te relaciones con la hija de uno de los socios.

¿Enserio?

Suelto una risa negando con la cabeza mientras el se mantiene serio.

— ¿Enserio crees que aceptaré? Soy tu hijo, y no me conoces.

Tu mi "y"  Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora