Normalicemos ser el número uno.
Ser egoísta es normal, ser arrogante y selectivo es normal.
Él era el número uno, creía ser, de hecho estaba seguro. ¿Que podía faltarle? absolutamente nada.
Así fue hasta una peculiar noche.
Encontró a alguien que...
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— ¿Vas a alejarte de él?
— Quieres que lo haga
— Si, pero es tu decisión, Cath
Dejé mis últimos libros en el casillero, nos encontrábamos en las últimas semanas de clases a finales del ciclo escolar.
Nathan se ha mantenido distante estos días y aunque la razón es clara no logro acostumbrarme, Cindy era la que nos juntaba cada vez que podía, a todo el grupo excepto a Zedd y Jake que se quedaba con el.
— ¡Hey! — me saluda, Cindy, nos encontramos al final del pasillo que iba hacia la salida.
— ¿Y Nicol?
— Ya sabes, se fue con Garret — respondió — Cómo sabes, el se irá a estudiar fuera y Nicol se quedará aquí, así que quiere pasar mucho más tiempo con el.
Aún no he hablado sobre eso, solo Arda y mi padre lo saben.
— ¿Y tú? — pregunto — ¿Con Jake?
— Por obra del destino iremos a la misma Universidad — gritó con alegría agitando los brazos.
— ¿Por obra del destino?
— Si, resulta que ambos coincidimos en la misma carrera.
Sonrío — ¿Ok? Haré como que te creo — bromeo.
— Que graciosa — hace una mueca — ¿Y Zedd?
En ese momento mi teléfono vibra entre mis manos. Reviso el mensaje y aparece un número que no se encontraba registrado. Dudaba en abrirlo pero la mirada impaciente de Cindy sobre mi en especial en mis manos que sujetaban mi teléfono me insitaban a abrirla.
No era Zedd, y no quería abrirla. Al siguiente segundo llegó otro mensaje del mismo número con otro texto, ahora yo me encontraba impaciente.
"¿Aún recuerdas la promesa que hicimos?"
"No lo olvides, Mía"
El mensaje...
Esas palabras eran de él.
— ¿Cath? — me llama Cindy — ¿Qué sucede?
Luka...
— Es... — me detengo tratando de asimilar las palabras — Es Luka.
