Viernes.
Miré a mi alrededor y vi mucho movimiento por toda la zona. Los hombres iban con trajes de distintos colores y las mujeres con trajes empresariales.
Salía de la oficina de papá luego de llevarle unos documentos que había olvidado en casa, Arda se encontraba en la Universidad y mi madre en la Clínica, así que solo quedaba yo. Pasé por recepción preguntando si el taxi que me llevaría de regreso a casa había llegado, una vez confirmado salí del lujoso edificio despidiéndome de la recepcionista con una sonrisa.Me acomodé en el taxi y saqué mi teléfono aburrida poniéndome los audífonos y vi que me habían añadido a un grupo de WhatsApp:
— "Mañana hay concierto de música electrónica ¿Quien se apunta?"
— Nicól.— "Yo voy" ¡Es en las vegas, tenemos que ir!
— Garret — era obvio que iría.— "Yo me apunto" Cindy igual.
— Jake.— "Yo paso de ir"
Me sorpredí al ver el mensaje de Zedd.
Pasaron dos días desde el encuentro con Allison y no hemos logrado obtener una conversación adecuada, al menos por mi parte. Cada que lo veía Allison se pegaba a él como una goma de mascar y por más que él la apartara y le gritara ella simplemente se mantenía ahí.Empezaba a darme pena.
"Solo un poco"Después de todo, eran amigos, o más que amigos, no quería saberlo, aún cuando intentaba darme algún tipo de explicación y aclarar las cosas yo siempre le decía que no tenía porque hacerlo, que no era necesario. Al menos manteníamos esa conversación por el teléfono, solo con frases cortantes e indiferentes.
No puedo creer que de un momento a otro pasamos de tratar de conocernos a ser un par de chicos evitandose, por lo menos eso hacia mi lado cobarde e inmaduro.
Odiaba comportarme así, no quería que la situación se pusiera más incómoda y menos segura de lo que ya estaba.Que dilema.
Es incómodo y molesto, más molesto que incómodo.
Llegué a casa después de media hora, un viaje largo.
Pagué lo debido y baje del taxi.
Entré a casa, dejé mis cosas sobre la mesa y me senté en el sofá, quité los audífonos dejandolos en altavoz y encendí la radio conectándola por el teléfono. Volví a entrar en el chat del grupo y cuando iba a contestar alguien posó una mano en mi hombro asustándome, Arda empezó a reir y lo fulminé con la mirada, se limpió un lagrima falsa y se sentó a mi lado.Nisiquiera había escuchado cuando llegó.
— Idiota — le saqué la lengua como una niña pequeña y me crucé de brazos.
— Que valiente que eres — bromeó.
— Estaba concentrada — me encogí de hombros dándole un abrazo.
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Tu mi "y" Wattys2019
Ficção AdolescenteNormalicemos ser el número uno. Ser egoísta es normal, ser arrogante y selectivo es normal. Él era el número uno, creía ser, de hecho estaba seguro. ¿Que podía faltarle? absolutamente nada. Así fue hasta una peculiar noche. Encontró a alguien que...