Normalicemos ser el número uno.
Ser egoísta es normal, ser arrogante y selectivo es normal.
Él era el número uno, creía ser, de hecho estaba seguro. ¿Que podía faltarle? absolutamente nada.
Así fue hasta una peculiar noche.
Encontró a alguien que...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Después de una molesta reunión con mi padre me encontraba con Jake en una fiesta que había organizado Alan un amigo que teníamos en común en el instituto. Lo mismo de siempre, alcohol, chicas con poca ropa, parejas teniendo sexo en cualquier rincón oscuro de la casa y podría jurar que habían chicos de diferentes universidades. Aún asi nadie podía quitarme la molestia, una charla con mi padre era más bien una discusión en donde siempre salía ganando él.
— ¿Qué hay de esa chica? — me preguntó Jake señalando a una rubia bailando
— Ya estuve con ella — le respondí aburrido.
— No entiendo porqué no puedes volver a estar con una chica con la que ya estuviste. Esa regla tuya de no estar dos veces con la misma chica es estúpida.
— Ya te lo dije , no me gusta sembrar falsas expectativas.
— ¡Pero hace semanas que no estás con ninguna chica! Estoy preocupado por tí.
— No hay ningúna que me interese — le respondí encogiendome de hombros.
— Pero habrá una — dijo riéndose — Ahora vuelvo — paso por mi lado caminando hacia una chica que al parecer iba en nuestra clase, supuse que se quedaria con ella.
Había decidido irme a otra parte de la fiesta, eran pasadas las diez y media y lo único bueno era la música, " Firestone " de kygo sonaba en lugar.
Hasta que algo captó mi atención.
Me di la vuelta y ahi la vi.
No pude evitar sonreir al ver a una chica bailando en medio de todos, me acerqué para mirarla mejor, tenia el pelo rubio y la tez blanca, sus ojos eran verdes claros y estaban llenos de vida, sus labios estaban pintados de rojo y no paraba de sonreir.
Se movia al ritmo de la música llamando la atención de todos, simplemente estaba perfecta. Me acerqué a ella apareciendo por detrás pasando mis manos por sus brazos.
— No te detengas — le susurré al oído sujetándole de las caderas insitandola a continuar, sentía su respiración junto a la mía y se que ella sentía lo mismo.
La tenia tan cerca al punto de que nuestros labios rozaran, hasta que alguién la tomó del brazo alejandola , Sonreí mirando por donde se había ido y me dirigí hacia la barra.
Esta había sido una noche muy interesante.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
