Paso la mirada por toda la casa y me siento aún más incómodo.
Que horrible situación.
Todo esto lo hago, por Cath.
Hay algunas fotografías colgadas en las paredes blancas; la mayoría de ellas son de ciudades que ya conocía, enseñaban más que todo la Arquitectura.
Cath se aferraba a mi brazo mientras me guiaba hasta la sala, intento calmarla acariciando sus dedos con mi mano libre y a decir verdad yo también me encuentro nervioso.
Y llegó la hora.
El señor Levi se encuentra parado junto a su esposa frente a nosotros, su mirada me recorre de pies a cabeza y me dedica una sonrisa pero se que está estudiandome a detalle.
— Soy Colton Levi — extiende su mano en mi dirección. Yo la estrecho. No voy a dejar que me intimide.
— Zedd Harrys — respondo al saludo.
— Ella es mi esposa, Mía Collins — la saludo de la misma forma y regreso mi mirada hacia el señor Levi — ¿Dónde conociste a mi hija? — pregunta sin rodeos mientras se sienta y me indica hacer lo mismo.
— En el instituto — resuelvo, por qué es cierto. No voy a decirle que prácticamente quice llevarla a la cama cuando la ví, pero aún así...
Asiente — : ¿Cómo se encuentra tu padre?
Respondí a la pregunta con un simple "Bien" . La señora Collins no dejaba de mirarnos atentamente fingiendo una sonrisa, era mas que obvio que no me quería en su casa y que no me quería con su hija.
— Lamento la demora — el hermano de Cath aparece y su madre se pone de pie.
Se para junto a ella mientras me mira — Arda Levi — se presenta — Ya nos conocíamos, cierto.— Porsupuesto, recuerdo con claridad el día.
— Igual que yo, Zedd — responde
— Pasemos al comedor, ya estamos todos — habló la señora Collins caminando junto a su esposo.
En cuanto llegamos al comedor el señor Levi tomó su lugar a la cabeza de la mesa, en la cocina se encontraba la señora Collins junto a una empleada que no había visto antes, las veces que venía a ver a Cath.
— Toma asiento, Zedd — Arda se encontraba a la derecha de su padre, dejando un espacio que supongo era para su madre.
— Gracias — me senté en una silla al otro lado derecho y Cath hizo lo mismo a mi lado.
En todo el transcurso de la noche no ha mencionado una sola palabra y solo se limitaba a mover la cabeza y sonreír mirando a su familia. En especial a su madre. Se encontraba tensa y nerviosa, miraba de vez en cuando a su hermano sonriéndole, sonriéndole como siempre lo hace cuando habla de el.
— Si no es mucha indiscreción. ¿Cuántos años tienes?
Colton Levi puso su mirada nuevamente sobre la mía esperando mi respuesta y antes de que pueda responder la señora Collins tomó su lugar junto a Arda mientras la chica de antes terminaba de servir la cena.
— Tengo veinte y uno.
— Y aún sigues en el instituto — termino diciendo su esposa.
— Mía — la voz del señor Levi sonó amenazante pero ella lo ignoró.
— ¿Qué sucedió, tus padres están de acuerdo?
— No es necesario hablar de eso, momy.
Cath respondió.
Nunca me había sentido tan nervioso.
Mía Collins no ha dejado de mirarnos repetidas veces con cierta incertidumbre, algo que me molesta, me molesta mucho.
Cath a estado un poco distante las últimas horas, la noto también bastante nerviosa todo el tiempo, a veces tengo la impresión de que huye de mi cuando su madre nos observa.Mi parte paranoica me dice que está escondiendo algo, y el primer escenario que me viene a la mente, es el de ella, terminando conmigo, solo para complacer los caprichos de su madre, pero la parte sensata de mi cabeza me dice que mí novia no haría tal cosa. Cath jamás sería capaz de doblegarse.
Ni si quiera lo hizo conmigo.
No obedece, no me obedece.
Es libre de hacer lo que quiera, es lo que me fascina de ella. Así como también se que no podré retenerla por mucho tiempo.
— ¿Sigues saliendo con mi hermana? — pregunta Arda. Y se que el imbécil lo hizo a propósito.
— Si.
— Pero creí que eran solo amigos, después de lo que sucedió — lo está confirmando de algún modo. ¡Joder! Lo único que quiere es molestarme.
Y no quisiera caer en sus provocaciones, si lo hiciera por más que quiera, estoy en el lugar y momento equivocado.
— No, estamos juntos, en una relación — me apresuro a responder mirándolos satisfactoriamente a él y a su madre.
— ¿Sucedió algo entre ustedes? — pregunta del señor Levi.
— Diferencias entre, un hermano y el novio.
— responde — Ya sabes padre, siempre quiero lo mejor para mí hermana, ella lo merece.Tomo un sorbo del vino que tengo en frente y continuó con su indebido y estúpido juego de palabras — : Estoy de acuerdo, Cath merece lo mejor. Por esa razón, está conmigo.
Puedo ver al padre de mi novia sonreír por mi respuesta antes de beber de su copa — : Debo decir que me agradas, Zedd.
Tienes el mismo temperamento que tu padre, Maximiliano Harrys es un exelente empresario. Espero que podamos conocer a tu madre nuevamente en una cena con las dos familias.Asiento y continúo con mi cena.
— Todavía son muy jóvenes, cariño — menciona su esposa — Veremos que sucede.
— Exacto, puede que cuando Cath, se vaya a la Universidad, sus caminos se separen....
"Sus caminos se separen"
La Universidad, no había pensado en eso.
Que es lo que quiere, Cath.
Los días pasan muy rápido.
— No hablemos antes de tiempo — lo interrumpe el señor Levi — Por ahora, espero que todo marche bien entre ustedes.
Una sonrisa se filtra en mis labios al escuchar esas palabras. No solo por haber obtenido una palabra positiva si no por el hecho de que Arda y la madre de Cath, se han quedado totalmente en silencio luego de escucharlo.
Media hora después nos encontrábamos caminando hacia la entrada, la señora Collins y el señor Levi se quedaron en la puerta mientras que Cath se quedó unos momentos conmigo.
Era la primera vez que utilizaba los consejos de mi padre y no podía estar más agradecido en este momento, seguro luego me arrepentiría de considerarlo como un ejemplo.
— Gracias — la dulce voz de mi novia sonó en el entorno — Todo salió bien. Le agradaste a mi padre.
— Creo que si gatita — besé sus labios antes de subir a mi coche, quería estar con ella por mucho más tiempo, pero se que en estos momentos no podría ser así — Te amo.
Volvería a hacerlo las veces que me lo pidiera.
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Tu mi "y" Wattys2019
Teen FictionNormalicemos ser el número uno. Ser egoísta es normal, ser arrogante y selectivo es normal. Él era el número uno, creía ser, de hecho estaba seguro. ¿Que podía faltarle? absolutamente nada. Así fue hasta una peculiar noche. Encontró a alguien que...