Zedd me ha hablado más de una vez desde que llegué a casa. He ignorado sus preguntas sutilmente, quería encontrarse conmigo en casa e ir juntos a la cena que teníamos con mis padres y mi hermano. Sinceramente quizás eso no suceda, miré mi teléfono verificando la hora, faltaban treinta minutos para que termine la hora.
¿Que haría?
Luka Grey estaba aquí, en esta ciudad. Cómo rayos enfrento eso, si mi hermano, mi padre o Zedd llegasen estaría en problemas incluso si mi madre nos viera todo volvería a arruinarse, cómo antes.
Estaba decidida.
Tenía que solucionar este maldito tema de una vez.
Y justo, cómo si mis dudas no fueran suficientes, el teléfono vuelve a sonar, el número de Jake estaba marcado en la pantalla, supuse que desafortunadamente Garret le había comentado lo sucedido en el instituto. Antes de poder contestar la llamada, el timbre de la puerta empieza a sonar repetidas veces.
Mi preocupación aumenta de solo imaginar a la persona que estuviera detrás, el ruido del teléfono y el sonido del timbre me desesperan; elegí lo más peligroso al final.
Dejé de lado las llamadas, caminé hasta la puerta con el miedo acompañando cada paso, tomé la perrilla de la puerta y me detuve por unos segundos sujetándola; el timbre volvió a escucharse, cerré los ojos y mordí mi labio inferior, tenía que abrir no quería pero si solo me quedaba alargando la situación no llegaría a nada.Abrí la puerta y lo que creí imaginar era real; estaba aquí parado mirándome fijamente mientras sostenía su teléfono con una mano. Realmente lo hizo, el se atrevió a venir.
- Tenemos que hablar - habló - Mía, estaba seguro de que no llegarías y lo confirmo ahora. Te conozco...
- No - lo interrumpo - No lo haces ¿Que haces aquí? ¡¿Cómo diablos se te ocurre venir?!
Guarda su teléfono en el pantalón y sacude su cabeza con fuerza, despeinando su cabello.
- ¡Y que querías que haga! - grita - Sabía que no irías al maldito parque.
- Por qué tendría que hacerlo, no quiero hablar contigo.
- Lo harás - espeta completamente decidido - Tienes que saber la razón por la que terminamos.
No quiero.
Ya no quiero saberlo, ya no me interesa.
- ¿Para que? - no tiene solución, ya no hay nada que sienta por el - Ya no quiero, ya no siento nada por ti, Luka.
Niega con la cabeza - : Prometimos estar juntos cuando cumplieras diez y ocho, ya nada nos impediría estar juntos.
- Ya cambié, no estaba bien lo que hicimos, no era normal.
- ¿No era normal? - repite mirándome con una sonrisa, nada feliz - Eso te dijo tu madre, después de todo lo logró, separarnos.
- Ella no me controla, Luka.
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Tu mi "y" Wattys2019
Teen FictionNormalicemos ser el número uno. Ser egoísta es normal, ser arrogante y selectivo es normal. Él era el número uno, creía ser, de hecho estaba seguro. ¿Que podía faltarle? absolutamente nada. Así fue hasta una peculiar noche. Encontró a alguien que...