Normalicemos ser el número uno.
Ser egoísta es normal, ser arrogante y selectivo es normal.
Él era el número uno, creía ser, de hecho estaba seguro. ¿Que podía faltarle? absolutamente nada.
Así fue hasta una peculiar noche.
Encontró a alguien que...
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Son las nueve de la noche y el salón está repleto de personas muy elegantes con las sonrisas más falsas que pueda existir, y otras simplemente conversando seguramente sobre negocios ya que Maximiliano se encuentra reunido con uno de ellos muy entretenido.
Así llamaba a mi padre desde que lo encontré con otra mujer en la cama y gracias a ello mi madre se fue, el móvil en mis manos vibra indicando que tenía una llamada. Tomando mi último trago de mi copa me escabullo de los guardias mezclándome entre el genterio, ingreso por el pasillo de la planta baja llegando a la salida.
— Como te fue — escuché al responder la llamada, era Jake.
— Ya te imaginas — respondí .
— Entonces te espero en el club, tengo una sorpresa para ti — culminó terminando la llamada.
Recogí mis llaves llegando al estacionamiento, subí a mi moto y me dirigí hacia el club. Ignoré las llamadas que recibía en el móvil, no tenía ganas de tratar más con Maximiliano , había sido suficiente asistir a su estúpida reunión aparentando que era un padre perfecto.
Minutos después me encontraba en la entrada del club, dejé aparcada la moto y entré, encontré a mi amigo junto a la barra hablando con Cindy, enrealidad iba enserio, algo que me sorprendía, podría decirse que años atrás Jake era igual a mi respecto a las relaciones , nada serio, la única frase que nos definía, a los once años hicimos una lista donde marcabamos todos los aspectos que debía tener la chica perfecta, era gracioso, solo la habíamos usado una vez a los diez y seis y de ahí todo se arruinó. Me alegraba saber que después de cuatro años el encontró a su " chica especial".
En cambio yo, no creía en eso, no me interesaba simplemente, trataba a las mujeres para un rato eso era claro y ellas lo entendían porque de alguna forma me obtenían a mi. Jake no pensaba de esa forma, ya no, y por esa razón era gracioso verlo así, intentando no ser un imbécil de nuevo.
Me acerqué un poco saludando con la mano, me señaló una mesa cruzando la pista la visualize entre las personas que bailaban y vi algo que no esperaba ver, James iba tomado de la mano con Cath hacia la mesa, desde cuando se conocían y porque Jake permitía que sucediera eso, esta era la sorpresa que me tenía. Demostrar celos era la forma más estúpida de comportarse respecto a alguien, pero porque me sucedía con ella si apenas crucé unas palabras, esto es a lo que llaman situaciones inesperadas.
No quería sentir eso.
Caminé hacia ellos en el momento en el que cruzamos miradas, Cath cambió su sonrisa a una postura nerviosa cada vez que la veía, se soltó de la mano de James y ahora me evitaba.
— ¡Zedd! — me saludo James — Al fin llegas.
— Aún es temprano — respondí el saludo mirando a Cath.
— ¿Oh?, ella es...
— Cath — terminé — Ya la conozco, vamos al mismo instituto con Jake.
