Me transpiraban las manos y el corazón me latía con fuerza y no había una buena razón para mi intranquilidad. Era una fiesta, solo una fiesta sorpresa que no suponía gran cosa, pero estaba nerviosa de igual manera.
Había pasado todo el día con Tyler en compañía de Theo y Taylor. Primero lo habíamos llevado a desayunar antes de que fuera a su curso, luego fuimos por él para almorzar juntos y pasamos la tarde explorando los lugares emblemáticos de Londres. Entonces la noche había comenzado a caer y tenía que revelarle por qué había estado tan ocupada la semana anterior y convencerlo de ponerse en un disfraz. Claro, primero era el disfraz y cuando llegáramos al club de polo le diría lo otro.
ꟷ¿Me veo tan soso como me siento? ꟷPreguntó Taylor mientras abotonaba su chaleco gris plomo.
ꟷNo, te ves genial ꟷadmití con una sonrisita.
ꟷ¿Irás eventualmente a darle el disfraz a Ty?
ꟷEstoy nerviosa.
Una sonrisa de lado iluminó su rostro y a ella le siguió una carcajada. Sí, mi hermoso novio se burlaba de mí en mis narices. Era un descarado.
ꟷ¿Quieres que lo haga por ti?
ꟷ¿Lo harías?
Mi sonrisa se profundizó. Me gustaba la idea, prefería que Ty lo enviara al demonio a él y no a mí. Pueden llamarlo instinto de supervivencia.
ꟷClaro.
Extendí en su dirección las prendas perfectamente dobladas y él no dudó en tomarlas. Me dio un beso corto en los labios y salió de la habitación con tranquilidad. Lo seguí hasta la puerta y lo observé caminar por el pasillo hacia la habitación de nuestro amigo.
Theo estaba saliendo de su cuarto y sonrió mientras señalaba su disfraz. Le quedaba genial, no podía negarlo. De hecho me recordaba un poco a su disfraz de Halloween durante mi estadía en Rose Valley. Eso también me recordó el beso bajo las gradas y el nerviosismo aumentó.
Verán, Tyler no era un amante de los disfraces. ¿La razón? Bueno, era bastante simple y fea. Él siempre había sido el hijo olvidado, el desplazado y el que había tenido que sufrir la indiferencia de sus padres, como consecuencia había sido el único niño que por años nunca tuvo una vestimenta apropiada para las fiestas temáticas o para la noche de brujas. La madre de Taylor se había encargado de él en esos momentos, pero el desprecio que sentía por ese tipo de fiestas prevalecía. Sí, quizás la mejor idea no había sido una fiesta con personas disfrazadas con prendas del estilo de principios del siglo XX; sin embargo, así era su historia y además quería darle la oportunidad de sentirse protagonista por una noche.
ꟷOye, Ty. ¿Puedes abrir? ꟷDijo Tay mientras golpeaba su puerta con tranquilidad.
Desde mi lugar casi escondida observé a mi mejor amigo salir de su habitación y repasar de pies a cabeza a los dos miembros restantes del trío de oro para luego fruncir el ceño.
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Dos por uno (RVB3)
Novela JuvenilRose Valley boys III Orden de las historias: 1- Tres y un cuarto 2- Uno y medio 3- Dos por uno