Capítulo cinco

3.8K 303 218
                                    

La cabeza me dolía como si alguien me hubiese realizado una trepanación, tenía un frío que me calaba hasta los huesos y el estómago se me revolvía de solo pensar en ingerir comida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La cabeza me dolía como si alguien me hubiese realizado una trepanación, tenía un frío que me calaba hasta los huesos y el estómago se me revolvía de solo pensar en ingerir comida. La resaca era horrible, sobre todo sumada a un posible resfrío. No debería haber bebido tanto, no debería haber ido a una fiesta al aire libre en una ciudad donde "lluvioso" era el pronóstico diario.

Las malas decisiones parecían ser mi deporte favorito.

ꟷ¿Puedes dejar de moverte? Estoy intentando dormir.

Fruncí el ceño y abrí los ojos lentamente, acostumbrándome al dolor punzante en mis sienes.

ꟷ¿Por qué estás en mi cama, Ty? ꟷMurmuré con la cara contra la almohada.

Recorrí su rostro con la mirada y sonreí con ternura, parecía un angelito hasta que se le ocurría hablar. Sus párpados estaban cerrados, sus pestañas creaban una sombra leve sobre sus mejillas, su nariz perfecta se veía ligeramente rosada en la punta y sus labios estaban entreabiertos. Era el único momento en que parecía indefenso.

ꟷTenías frío y me pediste que durmiera contigo, ¿recuerdas?

ꟷAh, sí.

Él tenía razón. Luego de que la tormenta me encontrara en el baño del club de polo con Jaden, corrimos bajo la lluvia por unos minutos hasta hallar el automóvil entre tanta oscuridad. Todo el camino de vuelta había estado acurrucada contra Tyler a pesar de la calefacción encendida. Al llegar a casa de mis abuelos, me había dado una ducha caliente; sin embargo, mi cuerpo se había negado a templarse.

ꟷDebes dejar de beber alcohol, luego tienes estos episodios de demencia.

ꟷCreo que seguiré tu consejo.

Giré sobre mi cuerpo y reposé la espalda contra el colchón mullido. Subí las sábanas hasta mi barbilla y suspiré.

ꟷ¿Tú no tenías que ir a un curso de escritura?

ꟷSí, es obvio que me lo he perdido.

A pesar de que la habitación estaba completamente a oscuras gracias a las gruesas cortinas, podía saber que era de día. Probablemente ya había pasado el horario del almuerzo, luego de una fiesta dormía por muchas horas y no me levantaba hasta que el hambre me lo exigía.

Las fiestas no eran para mí.

ꟷ¿Qué clase de alumno barra profesor no asiste a su curso?

ꟷUno que acompañó a su mejor amiga a una fiesta.

Finalmente abrió sus ojos con lentitud y me dedicó una sonrisa perezosa.

ꟷGracias por acompañarme.

ꟷNo fue tan aburrido después de todo.

ꟷSí, creo que le debemos cien libras a James.

ꟷ¿Cuántos dólares es eso? ꟷPreguntó.

Dos por uno (RVB3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora