Capítulo treinta y nueve

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TYLER

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TYLER

Theo estaba actuando extraño, más extraño de lo normal y muchísimo más extraño que cuando llegó a Londres antes de lo previsto. Se movía de lado a lado de la habitación de manera nerviosa y no nos dejaba abandonar la sala de estar bajo ninguna circunstancia lo cual comenzaba a irritarme porque acababa de despertarme y quería orinar.

Podía notar que estaba ansioso y no sabía si eso era positivo o negativo. Taylor lucía igual de contrariado que yo, por el contrario, Genesis estaba más tranquila que nosotros lo cual significaba que ella sabía algo. Pequeña traidora.

Teníamos una regla básica de amistad: sin secretos; sin embargo, ese verano todos habíamos incumplido esa norma. Theo se había guardado algo grande y estaba seguro que la razón de la reunión matutina era revelarnos eso. Genesis fingía no estar interesada en otro muchacho –nos mentía a nosotros y a ella misma-, lo cual me molestaba un poco y me desilusionaba. Taylor había tenido esas reuniones misteriosas, aunque finalmente nos comentó que eran para un trabajo que rechazó. Y yo no les había dicho la verdadera razón por la que Emma me había pedido un tiempo al inicio del verano así como tampoco por qué no había partido hacia Estados Unidos en tanto tuve la oportunidad.

Se los diría, eventualmente hablaría con ellos, pero no quería hacer sentir mal a Genesis revelándole que ella había causado sin querer mi casi ruptura. Tampoco le diría todavía que por ellos tres me había quedado en Londres. Theo necesitaba un amigo porque iba a explotar tarde o temprano, Taylor necesitaría a alguien si mi mejor amiga era lo suficientemente tonta para romper su corazón y G necesitaba que alguien le abriera los ojos para darse cuenta que el idiota que le interesaba era precisamente eso, un idiota.

ꟷ¿Puedo ir al baño?

Los ojos azules de mi amigo se posaron en mí y frunció el ceño.

ꟷDos minutos.

No esperé a que cambiara de parecer y corrí hacia el baño de invitados a vaciar mi vejiga y lavar mi rostro. Me habían sacado de la cama para una reunión que todavía no tenía lugar. Mientras terminaba de lavar mis manos escuché el timbre sonar e imaginé que esa era la razón del retraso.

Dos por uno (RVB3)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora