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Tener que agradecerle a Jaden por hacer algo bien me pareció una tortura, principalmente porque sabía que merecía esa simple palabra y que debía sonar sincero. Era lo que se esperaba de una persona educada y yo, a pesar de todo, era educado.
Demonios, ¿por qué G debía mirarlo como si fuera el ser vivo más maravilloso del planeta si solo había tomado el teléfono y dicho un par de palabras para conseguir que fuéramos a su casa?
No sabía dónde se habían metido mis amigos, pero resultaba obvio que era el último en despertar. Taylor y Theo no estaban por ningún lado, al menos no donde yo pudiera verlos y los únicos individuos junto a Genesis eran el idiota mayor y James. Podía decir que la presencia del castaño me tranquilizaba un poco, él era el más tranquilo de los tres.
ꟷ¿Entonces estuviste un semestre estudiando en Harvard? ꟷPreguntó mi amiga con sorpresa.
Froté mis ojos repetidas veces y soltó un bostezo para que se dieran cuenta que estaba vivo, que los estaba escuchando. El plan funcionó ya que G giró hacia mí y me dedicó una sonrisa. Seguía vistiendo ese pijama improvisado y lucía cansada; no obstante, que sonriera era un buen indicio considerando lo que Jaden me había dicho. El rubio no sabía mucho y por lo tanto, yo sabía menos. Ella había tenido una cena con sus abuelos, había salido mal y la habían encontrado en un McDonald's luciendo como la llorona.
ꟷBuenos días, Ty.
ꟷHola, G. ꟷMe obligué a sonreír.
Me puse de pie y sin dudarlo caminé hacia ella. La rodeé con mis brazos en un gesto que era posesivo pero esperaba que no luciera como tal y besé su mejilla de manera sonora, eso era algo que la hacía reír y no me equivoqué.
ꟷIgnoraré el aliento matutino porque me has abrazado sin que te lo pida.
ꟷUn placer hacer negocios contigo, G.
Me di un empujoncito alejándome de ella y supe que era tiempo de saludar a los demás.
