LXIV

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LXIX. Amanecer de oro

Guarda silencio cuando no tengas nada que decir, cuando la pasión genuina te mueva, di lo que tengas que decir, y dilo caliente

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Guarda silencio cuando no tengas nada que decir, cuando la pasión genuina te mueva, di lo que tengas que decir, y dilo caliente.

-WHITE

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El veredicto final se había dado.

Hoy se asignaría la fecha del encuentro y es que ninguno quería retrasar las cosas.

Abrí los ojos lentamente, acostumbrándome a la luz que se filtraba por las persianas. Nisiquiera quería moverme, estaba demasiado cómoda como para intentar moverme. Hacía frío, a pesar del sol que solamente parecía estar de adorno en el cielo. Al final mi sueño seguía estando por lo que decidí acomodarme optando una mejor posición.

Noté que no era la única en la cama y me resultaba extraño. Niall dormía plácidamente, no había dejado de abrazarme en toda la noche.

Pobre, pensé que ya tenía los brazos entumecidos al estar en dicha pose. Así que intenté hacerme a un lado para así brindarle más espacio. Eso no pareció gustarle, ya que antes que pudiera terminar de mover mi cuerpo, él me sujetó por la cintura adhiriendo su cuerpo al mío de manera a que me diera una buena visualización de su rostro. Su brazo descansó sobre mi cintura y su mano extendida sobre mi trasero. Nuestras piernas estaban entrelazadas y yo no podía sentirme mucho mejor que eso, el ver como me buscaba entre sueños.

Por inercia, decidí comenzar a acariciar su mejilla. Su barba me hacía cosquillas y su barbilla quedaba a la altura de mi boca, por lo que no me molesté en dejar un corto beso sobre ese lugar.

Sonrió.

Creí que estaba dormido.

-Buenos días, diosa. -mi corazón dió un vuelco al escucharlo decirme así después de tanto tiempo sin hacerlo. Además que su voz por las mañanas sonaba aún más ronca de lo que ya era.

-Buenos días, su majestad. -su sonrísa se hizo aún más grande y aún con los ojos cerrados, sus labios buscaron los míos uniéndose en un momento que se prolongó demasiado. A tal punto de tener que separarnos por falta de aire.

𝐖𝐇𝐈𝐓𝐄  #𝟐  [COMPLETA] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora