XXI

394 41 7
                                    

XXI. Wake.

Las personas con defectos suelen ser las más buenas, las personas que los aparentan; tornillos safádos han de tener.

—¿Qué fué lo que hiciste? —Dania estaba más que confundida con lo que había sucedido.

Preocupada.

—Yo no hice nada, no sé de que hablas. —responde la rubia arreglándose el vestido.

—Yo no hice nada. —se burla de sus palabras. —Tu pusiste el anticongelante en la tarta de chocolate. Pudiste haber matado a cinco docenas de personas. ¡Pudíste haber matado a la reina! ¿Tienes idea de lo que es eso?

—¿Enloquecíste? ¡Yo no fuí!, No sé porque crees que yo lo hice. Además, era lo menos que esa zorra se merecía.

—¡Por favor Neferet!, La odias, ¿Por qué? ¿Quieres que te repita que ella se casó con el rey y que ahora espera un hijo de él? ¡¿Quieres que te diga lo patética que eres marcando un territorio que jamás fué tuyo?! ¡SÍ, ESO ERES! ¡ERES PATÉTICA! DIME, ¡¿QUE CULPA TENÍA SU BEBÉ DE TODAS LAS MIERDAS QUE TIENES EN LA CABEZA?!, ¡CASI LO PIERDE! —Dani estaba furiosa.

—¿De qué lado...?

—¡ESTOY DE SU LADO!, ¡Y NO SABES CUÁNTO ME ARREPIENTO EL HABERTE CONSIDERADO UNA AMIGA!, ¡DE HABERTE BRINDADO UNA MANO CUANDO NADIE MÁS LO HIZO. —su pecho sube y baja intentando recuperar el aliento —Eres como una sanguijuela, una molesta sanguijuela chupa sangre que quiero aplastar y bañarla en sal y que se retuerza y se seque cual pasa al sol hasta morir. Te mereces lo peor. Porque enfermaste a inocentes al querer asesinar a una mujer que no ha hecho más que pasar de ti después de todo lo que le has hecho y los problemas que le has causado. ¡Déjalos ser felices! ¡DEJA DE METERTE EN LA VIDA DE LOS DEMÁS!

—¡YO NO TE PEDÍ AYUDA! —las verdades son dolorosas pero a veces, es mejor que escuchar una triste e hipócrita mentira.

—Ya veo —ríe sin gracia —tu no conoces la palabra lealtad. Pero ¿Sabes qué? Te recuerdo que esa mujer a la que llamas zorra, logró en meses lo que tú no lograste en años... Y se casó con él. Y tendrán un hermoso bebé con ojos tremendamente azules. Que pena por ti. —Dania se marcha sin decir nada más.

Neferet estaba sóla.

Completa y totalmente sóla.

El odio no era nada bueno, para ninguna persona.

⚔️⚜️⚔️

Sentía suaves cosquilleos en mi mejilla los cuales tarde en diferenciar de una caricia.

Al abrir los ojos, la luz del día me cegó y por inercia los cerré de nuevo escuchando así una risa muy cerca de mi. Una muy conocida.

—¿Qué hora es? —pregunto con la voz ronca.

—Son las once —entonces me levanto de golpe creo que asustada por qué nunca me había despertado tan tarde.

Grave error.

Sentí un dolor punzante en la parte baja de mi abdomen al realizar aquel brusco movimiento logrando que me regresara la cama haciendo un gran mueca de dolor.

Se sentía como tener cólicos pero el triple de dolor.

—No, no. No puedes levantarte de la cama y mucho menos como acabas de hacer.

𝐖𝐇𝐈𝐓𝐄  #𝟐  [COMPLETA] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora