𝐖𝐇𝐈𝐓𝐄 #𝟐 [COMPLETA] ©

XLVII

XLVII. Primera carta

“No sé que estoy haciendo justo ahora. Me siento estúpido. Quizá es una buena forma de hablar contigo sin que nadie escuché lo que digo mientras duermes.

Te extraño mucho, extraño escuchar tu risa y a penas ha sido el primer día. Imagina lo frustrante que es no saber cuándo despertarás.

Te tengo pero a la vez no.

Y por primera vez puedo aceptarlo, tengo miedo.

De perderte.

Puede sonar absurdo, pero así es como me siento.

Siento que me falta algo, es como un vacío en el estómago cuando te sientes nervioso. Ahora tu madre duerme en el sofá junto a mi. Tu padre atiende asuntos políticos, tu hermana está con Abby.

La hubieras visto cariño, un reencuentro madre e hija. Ámbas lloraron.

Harry regresó a Gales y Louis me suple en los temas de menor importancia mientras sigo aquí, cuidando de ti.

Ahora, ¿Por qué no me dijiste que estudiabas universidad?.

Semanas antes de casarnos, dijiste que querías estudiar una carrera profesional y yo te respondí que no estaba muy de acuerdo. No quiero creer que fué por eso. Solamente dije que estaríamos muy ocupados al regresar a Inglaterra. Aunque te ves majestuosa usando la corona y acompañándome sentada en el trono, no pretendía encerrarte en una jaula de oro. Debo admitir también que me sentí herido. Puedes hablar conmigo de lo que sea, no planeaba juzgar ninguna de tus desiciones.

Justo hoy me llegó tu documentación por fax.

Leí más de diez veces tu título.

Me siento tan orgulloso de ti.

Siempre me consideré una persona con inteligencia superior, y después hablé con Butler sobre ti y tu excelente promedio desde los tres años... y comencé a dudar de mi.

Supongo que si tú y yo hubiéramos estudiado la escuela juntos, ahora no estaríamos casados. Sería una competencia por el primer lugar aunque aparentemente no eres así, sé que lo harías. Tienes agallas y eres competitiva. Tal vez no es el momento pero tus agallas Shallow, tus fuertes agallas logran excitarme.

Jaja.

¿Sabes?, No he soltado tu mano ni un segundo.

Los doctores vienen cada tres horas a revisarte.

Siempre nos dicen las mismas cosas. “está muy tranquila” o ”todo irá bien.”

Recuerdo aquella serie que te encantaba ver, Grey's Anatomy, decías que las palabras que los cirujanos les decían a las familias de sus pacientes, apestaban. Que necesitaban dejar de decirles lo que desean escuchar. Ser directos aunque ellos crean que son insensibles.

Ahora río al recordarlo.

Me pasa completamente igual.

En fin, sólo quería contarte eso. No ha pasado nada relevante más que el saber que nuestro bebé sigue creciendo en tu vientre. Sus latidos se fortalecen cada vez más.

Ahora tu y yo somos los únicos que creemos que será niño.

Todo el mundo dice lo contrario.

Quieren persuadirme para pensar lo contrario.

No, no.

Sólo... recuérdalo, y no cambies de opinión.

Sé que prónto vas a despertar, lo sé.

Mientras tanto, quiero que sepas que no voy a dejarte sóla, ni un segundo. Seré lo más empalagoso que quieras, y no será mi culpa.

Ya sabes, el bebé y esas cosas.

Joder, Eris, ¿Ves lo que digo?

Me haces actuar de formas en las que no hubiese actuado cuando tenía veintidós. Pero estoy aquí, estoy aquí y te amo.

Así que... sólo quería que lo supieras.

Nos veremos muy prónto mi corazón.

Pdt. Ich habe es schon lange nicht mehr gesagt, aber jetzt werde ich es tun. Ich liebe dich Göttin 

Con amor, N.”