𝐖𝐇𝐈𝐓𝐄 #𝟐 [COMPLETA] ©

LXVIII

LXXIII. "No me gustas."

Golpeo el saco de box.

Una.

Dos.

Tres veces más hasta que no lo resisto y me detengo con la respiración acelerada.

Mis jadeos son constantes, necesitaba hidratarme o pronto moriría de sed. Era un día caluroso, muy raros tratándose de una ciudad tan gélida como lo era Londres.

Cada vez intento pensar menos en las últimas palabras de Aisha.

《Juro haberla escuchado hablar con una de las sirvientas. No estoy loca Niall, sé lo que oí. Y por el tono de voz que usaba, parecía no estar bromeando. Ella dijo: Algunas cosas debes eliminarlas, de otra forma terminarían eliminandote a ti... o al menos lo que reste.》

Le he dado vueltas y vueltas al asunto.

No había encontrado un buen momento para hablar con ella.

-¿Niall? -su voz. ¿Cómo es que una voz tan suave y delicada podría pertenecer a alguien que cometió tales cosas?, sinceramente no lo sabía. Ni siquiera tenía idea si en realidad ella lo había hecho. -Llevas un rato con eso, debes descansar. - la miré cruzada de brazos apoyada en el umbral de la puerta, usando solamente una camiseta negra que al parecer le quedaba gigante, medias y solamente bragas.

La imagen perfecta.

-Iré en un rato. -me dedicó una última mirada pero no siguió insistiendo. Se marchó así sin más.

Estaba rara.

Distante.

Supongo que no siempre será un "te espero en la cama, cielo."

Nos queda la resignación.

Así que continué con mi actividad después de robarle una gran sorbo de agua a la botella. Después de esto tendré que disfrutar de una buena ducha caliente.

⚔⚜⚔

Cuando entro en la habitación, noto que Eris se encuentra dormida. En una posición que a mi parecer era más que adorable.

Dormía de lado derecho con una almohada entre las piernas mientras tenía elevada la izquierda sobre ésta. Abrazaba otra almohada más pequeña pero ahora la camiseta se había levantado un poco y me dejaba una perfecta vista hacía sus pequeñas y finas bragas de encaje.

Rick, creo que hay un problema en mi pantalón.

Joder, eso era lo de menos.

Se miraba tan hermosa con el cabello a un lado y su respiración pausada.

Me acerqué a ella y tiré del cobertor para así poder cubrir su cuerpo. Más tarde tendría frío.

Pasé un pequeño mechón de cabello detrás de su oreja, apartandolo de su rostro. Así pude depositar un corto beso sobre su mejilla.