LXX

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LXX. Estoy para ti cuando lo necesites, cariño.



Así es, estuve lo que restó del día en éste lugar, dándole vueltas y vueltas al asunto y sobre lo que deberíamos hacer al respecto.

Yo me disculpo, el se disculpa, y seguimos.

Así es como funciona, hablamos y todo va para mejor.

Creo que esto ya no es negociable.

El atardecer cayó en Londres, el cielo se tornaba anaranjado con tintes rojos y púrpura. Simplemente hermoso.

Decido ponerme de nuevo los zapatos y dirigirme hacia la cocina, creo que estar la tarde entera allá afuera despertó mi sed.

Cuando llego a ésta, todos hacen una reverencia y camino hacia donde supongo se guardan los vasos de cristal.

—Yo le serviré, su majestad. —Rose, una de las empleadas se ofreció a hacerlo.

—No es necesario, Rose, puedo hacerlo yo. Pero gracias por el gesto. —ella me sonrió y asintió cediendome el paso.

Abrí el refrigerador y saqué la jarra transparente con agua, vertiendo un poco el el vaso para así después ingerirla.

—Majestad, su madre la ha estado buscando hace horas. Me pidió personalmente que si la veía, le dijera que fuese a verla cuanto antes. —Valerio, uno de los guardias personales de mamá, entró a la cocina solamente para dar el recado.

—Gracias Valerio, iré en un momento. —este asintió y se marchó. La siguiente en hablar fué Rita, la cocinera.

—Majestad, la hora de la cena es en pocos minutos, ¿Desea que le sirva?

—Tenemos entendido que no bajó a almorzar, no es bueno que se salte las comidas en su estado. Podría ser...

—¡Anastasia! —La reprendió una de las mucamas con supongo, mayor autoridad. —Disculpas, mi señora... —Me hacía realmente feliz saber que incluso las personas que solo trabajan para la realeza, tuviesen tales atenciones conmigo. Eran personas que valían la pena.

Reí bajito.

—No se disculpe Delira, fué un lindo gesto Anastasia, gracias por preocuparte. Y con respecto a tu pregunta Rita, sí, pero ¿Podrías llevarlo a mi habitación?, Me siento algo cansada. —Ella con total disposición aceptó sonriente diciendo que estaría listo en un santiamén.

Tan linda. —Pasen todos una linda noche. —terminé despidiéndome y ellos regresandome el saludo, así que procedí a ir donde mi madre, lista para recibir el regaño de la vida.



⚔⚜⚔



—...Digo, a veces no la comprendo, la amo pero es un poco difícil conectar con ella en las últimas semanas. —dice el castaño realmente ebrio.

—Vamos, creo que no te está valorando lo suficiente. Tú mereces más que sus tratos fríos y ególatras. —la morena acaricio su mejilla. Niall bufó sirviéndose otro trago de whisky. —Si por mi fuera, intentaría comprenderte a ti. Has hecho demasiado por ella estos meses, ¿Te ha dicho gracias?, No. Debes pensar en ti también. —se acercó más a Niall y tomó su mano. —Piénsalo cielo... —Aisha dejó su rostro a centímetros del oji azul. —Sería como antes, como nos divertíamos...

𝐖𝐇𝐈𝐓𝐄  #𝟐  [COMPLETA] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora