LIX

380 36 14
                                    





LVIX.  El baile (I)


Agosto había llegado y eventualmente, el inicio del verano.

La reina cumplía cinco meses de embarazo y consigo, el rey había decidido reanudar el baile correspondiente a dicha estación. Mismo que se había detenido tras la muerte de su abuela. Eris era quien lo organizaba junto a la reina madre, por supuesto.

Los invitados mas allegados comenzaban a llegar un día antes de la celebración para quedarse hasta el domingo de ese mismo fin de semana.

Eris sintió cómo si le hubieran obligado a ingerir un litro de jugo de limón puro cuando oyó por la boca de Kalani que Emma había atravesado las puertas de su castillo acompañada por lo que según había escuchado, se trataba nada más y nada menos que del mismísimo rey de Turquía.

Niall por otra parte no podía hacer nada al respecto, su madre le tenía cierto aprecio a los padres de la duquesa.

Antiguos amigos de la infancia de su majestad también asistirían, por lo que, la cocina era un caos. Cuidando cualquier aloe, las mucamas y sirvientes eran un lío.

—¡No puede ser, hasta que te dejas ver hombre! —la chillona voz de una mujer hizo eco en el gran salón. Niall y Eris voltearon de inmediato. El primero, sonrió abrazando a la dueña de aquella voz.

—Aisha, ¡Que sorpresa! —ella le correspondió gustosa.

Eris

—La última vez que te ví, eras rubio. Me gusta tu nuevo look, un castaño muy ardiente. —rió y posó su mirada sobre mi.

Ardiente, vaya descarada. —¿Y quien es ella?, Dios, eres preciosa. —sonreí con cortesía. —Dime que no te acostaste con este ser tan impuro. —me aclaré la garganta.

—Ella es la luz de mis ojos. —me ruboricé ante tal presentación. —Eris Shallow, mi esposa. —Niall puso una de sus manos sobre mi cintura trazando suaves caricias en ella. La muchacha de rasgos árabes abrió los ojos de par en par entonando con nosotros.

Era una morocha demasía bella, esbelta, con curvas contorneadas y ojos negros como la noche. De tez morena clara y cabello oscuro.

Y tenía un muy pronunciado escote, mismo que para los ojos de mi esposo, no pasó desapercibido.

—Eres ella... —dijo casi tapándose la boca. No muy convencida asentí. Creo que las costumbres de su país eran distintas o no lo sé. —Lo lamento, disculpa mi inmoralidad. Es un placer. —tomó mi mano y la estrechó frenéticamente. —Aisha Handal, princesa de Estambul.
En verdad, que gusto me dá saber que aquí mis ojos ya sentó cabeza. —ambos reímos. —Niall fué mi pareja en la promoción de Mustafá en Arabia Saudí. ¿Te acuerdas?, ese día nos dimos un beso de esos raros por mera calentura. Dios, que tiempos. —Tenía que ser Horan.

Este asintió un poco nervioso.

Y debería estarlo. —Nos divertíamos tanto...

Pronto, Kalani y Louis aparecieron al mismo tiempo por diferentes rumbos.

El castaño me alborotó un poco el cabello en forma de saludo y así mismo saludó con amabilidad a la princesa mientras que Kalani se acercó a mi haciendo una reverencia para después susurrarme algo al oído.

𝐖𝐇𝐈𝐓𝐄  #𝟐  [COMPLETA] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora