V

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V. The confrontation.

—¿Pero qué te pasó? —pregunto con euforia al notar el abultado vientre de mi hermana.

—Tequila y un Jacuzzi. —dice ésta.

—Te dejo siete meses y ya estás haciendo tus cosas Thais. —bromeo —¿Sabés que es? —asiente.

—Niña.

—Por Dios, seré la tía más consentidora, vas a ver. —reímos.

—¡Ya están aquí! —la madre del rey aparece abrazándolo primero. —¿Cómo estuvo? Eris, tienes que contarme todo. —me envuelve entre sus brazos ahora.

—Definitivamente, tendremos que reunirnos más tarde. —le digo. —¿Cómo ha ido todo en el harem?

—Necesitas elegir a tus damas de compañía, ¿Quieres saludar a las concubinas? Te tengo una desagradable sorpresa. —frunzo el ceño.

—¿En el harem? —asiente. —Vamos, dices que debo escoger a mis ladies ¿No?

—¿A dónde van? —escucho a lo lejos la voz de Niall.

—Vamos por unos strippers, ¿No quieres venir? —dice Thais, entonces su cara se descompone de inmediato y no puedo evitar reírme.

—Vamos a hacer que le bailen a Eris en paños menores. —continúa Bárbara y éste la mira con recelo. Tan sólo se me es permitido enviarle un beso al aire pues ya me están jalando todas por el brazo.

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—Neferet, escoge una tela. La costurera te hará nuevos vestidos. —le dice Firial a la mencionada. Neferet toma una de esas telas y pone una total cara de desagrado tirando aquella tela al suelo.

—No me gustan, no son lindas. —se cruza de brazos. —Daye, Firial y Dimitri, así como todas reverencian a las recién llegadas. Neferet se dá la vuelta encontrándose con nada más y nada menos que su hermana del alma.

Eris.

¿Qué carajos hacía ella aquí?

La molestia era más que evidente en mis facciones, incrementó con lo que acababa de escuchar.

—Señorita Firial, las telas que el rey me dió mucho ántes de mi partida al viejo palacio son mejores. Éstas telas, no son lindas. Tengo la mejor seda. —dice con superioridad observándome a los ojos mientras yo enarco una ceja.

Caminamos juntas hasta ellas y me preparo mentalmente para no explotar.

—Quítenlas. —demando —las concubinas feas no las merecen, no pueden comprender su belleza. —Neferet ríe sin gracia dando zancadas hasta quedar frente a mi.

—Las mujeres feas en el harem pronto se irán de aquí, quedarán sólo mujeres hermosas. —Que joder.

—El viejo palacio está lleno de concubinas como tú, ahí es donde perteneces. —doy otro paso al frente.

—No te vas a librar tan fácil de mi, Eris. Me voy a cobrar las que me has hecho. Entre ellas, ahora el rey me amará a mi. —como si nos hubieran sincronizado, mi madre, Bárbara, Thais e Isabella, así como algunas concubinas; comenzamos a reír.

—Pobre ilusa. —murmuro.

—¿Cómo osas hablarle así a la reina? —frunce el ceño casi de inmediato ante las palabras de Dimitri. —Yo mismo te cortaría la lengua.

—¿Qué? —la observo desafiante.

—¡Que tienes enfrente a la reina de Inglaterra! La esposa del rey, por ende... —lo interrumpo.

—Por ende vas a tener que respetarme así te guste o no, que muchas te he dejado pasar odalisca. Y escúchame bien...—me acerco a su oído. —Aquí, ya no eres nadie. —la miro de pies a cabeza una vez más antes de comenzar a caminar.

Personas como ella hacen que quiera tirar veneno cuando yo nisiquiera me metía en las riñas de la escuela.

—No quería admitirlo pero, que orgullosa me siento de ti. —la puerta se cierra a nuestras espaldas.

—¿Qué hace esa mujer aquí? —tomo asiento.

—Demecio me rogó para darle alojo entre las concubinas, Eris, no lo hice por ella; sino por él que es uno de los empleados más leales y serviles que tenemos. Le dije que Neferet debía disculparse contigo y el permiso era directamente con el rey. Ahora tu eres la nueva directora del harem, es tu desición.

—Conozco a Demecio, sé cómo trabaja. La verdad, es desición de Niall. No tengo ni voz, ni voto en ello.

—Es que sí lo tienes. —continúa mi madre.

No lo sabía, una de mis principales responsabilidades ahora era el estatus del harem.

—Ya sé quiénes serán mis damas.

⚔️⚜️⚔️

—¡Atención! Tengo una lista de nombres en mis manos, si los suyos se encuentran aquí; den un paso al frente. —Dimitri comienza con el listado. —Kalani, Kaytlin, Zerena, Dania... —hace una pausa —Y Neferet... —Nadie entendía lo que estaba sucediendo hasta que aquellas simples palabras brotaron de la boca del hombre. —Ustedes, han sido escogidas como las principales damas de compañía para la reina. ¿Su deber? Deben o obedecer sin rechistar a cualquier cosa, cualquier deseo que se le ofrezca. Ustedes cinco, señoritas, subirán al que era el piso de las favoritas y se alojarán en habitaciones compartidas.

—Pero sobra una...

—Exactamente, su majestad me ha pedido personalmente que te dijera Kalani, tendrás una habitación para ti sóla. Serás la sirvienta personal de la reina así que consideraré afortunada. —Kalani parece sonreír bastante complacida —Pidió verte en el jardín ahora, entonces vé. —reverencia a Dimitri y sale hecha un rayo hasta el jardín.

Cosa que a Neferet, no pareció gustarle en lo absoluto.

𝐖𝐇𝐈𝐓𝐄  #𝟐  [COMPLETA] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora