XXV

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XXV. El misterio de la nota.

¿Cómo sabéis si el día peligra?

¿En quienes confíamos?

¿A quienes amamos?

No lo sabes.

Y no tienes porque.

Al diablo con todo,

No es tu deber saberlo.

-WHITE.

⚔️⚜️⚔️

La humeante taza de chocolate caliente reposaba sobre mis manos mientras las conversaciones entre nosotros con la nueva invitada, fluían inconscientes al aire.

¿Mi tía política?

Me caía muy bien.

—Son un matrimonio jóven, que alegría me transmiten. Me recuerdan a las épocas antiguas con mi Roger. —suspira con nostalgia acariciando el extremo de la porcelana blanca de la taza —como lo extraño... —me preguntaba, ¿Qué había sido del esposo de Noelia?, Ella parecía buena persona. —Bueno pero ¿Cuándo tendremos la dicha de conocer al un pequeño príncipe o princesa de Inglaterra?, No he cargado a un bebé en brazos desde mi Niall. —acaricia su mejilla.

La familia de mi esposo era tan afectiva, era afectiva en todos los sentidos. Eso me agradaba, sabía que no debería pero en serio lo hacía.

—Podrá hacerlo de nuevo tal vez
a principios de las épocas decembrinas. —frunce el ceño confundida y comienza a contar mentalmente.

—Es Marzo... —continúa así por pocos segundos hasta que logra comprenderlo —¿Estás...? —asiento —¡Dios mío, felicidades querida! —se inclina un poco hasta poder tomar mi mano. No me queda más que sonreírle de vuelta y agradecer lo linda que ha sido. Teniendo más cerca a Niall, puede abrazarlo repitiéndole las cosas básicas que debe hacer cuando el bebé nazca. Lo encontraba realmente cómico ya que las personas que ahora lo sabían, lucían más emocionadas que nosotros mismos.

Que alegría.

—Su majestad, llegó ésto para usted.

Kalani, quien ya se encontraban a mi lado reverenciando, me extendió con la mano derecha un pequeño sobre de papel color marfil que en pocos segundos, capturó la atención de todos.

Un poco insegura, lo tomé, agradecí y ella se marchó.

Extrañada de igual forma, lo abrí, cuestionádome a mi misma lo que podría traer su contenido.

—¿Qué es? —escuché la voz de Niall a mi lado seguido por un sorbo de chocolate que se encontraba tomando.

—Es una nota. —respondí.

La leí mentalmente.

—¿Qué es lo que dice? —pregunta Bárbara con el ceño fruncído.

—“En la oscura vida humana sólo una cosa brilla por la que merezca la pena esforzarse; y esa es la tumba. La muerte siempre  está lo suficientemente cerca para que no puedas temer a la vida, admitámoslo sinceramente... anónimo.” —la doblé nuevamente.

𝐖𝐇𝐈𝐓𝐄  #𝟐  [COMPLETA] ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora