𝐖𝐇𝐈𝐓𝐄 #𝟐 [COMPLETA] ©

LXXXVI

LXXXVI. Regreso

—Sí, quiero que todo esté listo para cuando lleguemos... pídele ayuda a quien sea, sólo requiero ese favor Dimitri... muchas gracias. —cuelga el teléfono.

—¿Estará listo? —pregunto cuando deja el móvil en alguna de las mesitas de la habitación y se concentra en lo que estoy haciendo.

—Estará listo, no te preocupes por nada diosa. —se levanta y besa mu frente antes de tomar la maleta que está sobre la cama y bajarla.

Termino de cambiar el atuendo del bebé. Con sumo cuidado, este se mantiene risueño después de haber recibido su primer baño. Según el pediatra, no era recomendable hacerlo debido al tiempo que tenía y las bajas temperaturas de Brighton. Únicamente podía asearlo con toallitas húmedas pero hoy fué diferente.

Sentí un temor impresionante a que se me cayera o resbalara. Por suerte, mamá e Isabel estuvieron ahí para salvarme.

Después de desayunar, partíamos de regreso a casa como ya estaba previsto.

Hoy era un gran día, aunque el sol pareciera estar pintado en el cielo solamente como adorno. Los tres bajamos
Juntos como la familia gravy tan sólo faltaban Harry Louis y mis padres en el comedor. Niall se queda a cargo de James junto a Liam en el salón mientras yo me dirijo hasta la cocina para ayudar a servir los platos.

—Parece que hoy estás de buen humor. —me dice Thais sacando el jugo de la nevera.

—¿Por qué no lo estaría, hermanita? —le sonrío tomando un trozo de sandía y comienzo a cortarla. Le pido un poco de jugo y ella amablemente sirve un vaso para mi.

—Quiero pensar que se trata de volver a Londres y no a los gemidos que escuché anoche al salir del baño. —casi escupo el líquido con sabor a naranja sobre mi vestido. Mis mejillas adquieren un color carmesí y me veo incapaz de mirarla a los ojos ahora.

—¿Quienes somos nosotros para juzgarla?, deja que disfrute con libertad de su sexualidad, Thais.

La noticia de nuestro regreso a Londres resonó como el viento en las paredes del castillo. Niall decidió dar por aviso de una vez la noticia de que ahora, James estaba con nosotros.

En un breve texto explicó lo sucedido no queriendo entrar en detalles, en el caballete sería puesto el día 18 de Diciembre para visión pública.

Es decir, hoy.

El mismo ya se encuentra público a la entrada del palacio.

Como dicta el protocolo, los cañones lanzan salvas de honor de desde la Torre de Londres y también desde Green Park, cerca de Buckingham. La bandera del Reino Unido es izada en todos los edificios oficiales, y repican las campanas de la Abadía de Westminster. La mayoría de los edificios y monumentos de Londres se tiñen de color (rosa o azul) para celebrar la llegada del bebé real.

Las horas pasan y pasan, nos despedimos de esta bella casa, esta experiencia que sin duda alguna, se quedará como un recuerdo importante grabado en mi memoria.

Cuando mi hijo tenga dieciocho años, le contaremos con diversión como decidió irrumpir en mi cumpleaños.

Esperaré con ansias llegar a ese momento.