CÁLIDA LUZ || Todoroki Shoto x Tú ||

Capítulo 8

No está sonriendo... es la primera vez que lo veo así, estando en su forma musculosa y frente a otras personas. Él me miró y apretó más los dientes con gran ira mientras caminaba. En un segundo él ya nos tenía reunidos a todos, incluso a Aizawa. Pero a mí me tenía en brazos.

-Ya fue suficiente pequeña... regresa a la normalidad... lo hiciste bien.

-Papá... -murmuré apenas audible.

Conseguí hacer lo que me dijo, gracias a que sentía esa calidez y protección que me ayudaban, pero las marcas en mis muñecas se habían expandido más, ya no pude hacer nada por ellas. Papá me dejó en el suelo y yo conseguí estabilizarme.

-Ten cuidado... -pedí preocupada.

Él asintió dedicándome una sonrisa leve. Nosotros nos fuimos junto con Aizawa quien era cargado por los chicos Tsuyu me ayudaba a caminar a duras penas. Nos alejamos bastante cuando caí al suelo de rodillas al sentir otro dolor punzante por culpa de mi don.

-________-chan.

Negué con la cabeza para hacer saber que no importaba. Me levanté con su ayuda pero decidí mirar a papá por encima de mi hombro...
Abrí los ojos de par en par y sin pensarlo bien creé mis alas y volé hacia allí. Sin embargo, antes de poder llegar a él, Kurogiri apareció frente a mí.

-Qué ridiculez.

Usé otra sombra para hacerme a un lado y esquivarlo, y justo en ese momento vi a Bakugo atrapar a Kurogiri antes de que este vuelva a atacarme.

-¡Shine! ¡Desgraciado!

El que sujetaba a papá se congeló de repente, confundiendo a la mayoría hasta ver de quién se trataba.

-Todo lo que escuché hasta ahora es que están aquí para llevarse a _________.

Usé las sombras para ayudar a mi papá a librarse y él saltó hasta estar junto a Todoroki. Kirishima también apareció intentando golpear a Tomura.

-¡Intentar llevarse a una chica a la fuerza no es nada varonil!

-Chicos... -murmuré agradecida.

Papá me coloca atrás de él y todos miran a Tomura atentos a su siguiente movimiento. Todos, hasta Izuku, estaban dispuestos a pelear.

-__________, mantente fuera de esto. Puedes perder el control en cualquier momento -advierte papá-. No uses más tu don.

Lo miré queriendo debatir, pero al ver su seriedad decidí mantenerme en silencio y darle la razón. Sin embargo, volví a sentir un gran dolor punzante que me hizo caer nuevamente y comenzando a temblar, llamando la atención de los demás; mis manos estaban negras y esto se extendía por todo mi brazo, mis alas se hicieron más grandes y filosas al igual que las garras en mis manos seguían creciendo. Mi aliento se veía como si exhalara frío, pues eso es lo que me hacía sentir mi don.

-¡Esto es malo...! -menciona papá.

Contuve como pude las sombras aunque eso doliera más.

-Creo que es... un poco tarde para volver a la normalidad -murmuré con cierto tono sarcástico.

Izuku se acerca a mí para intentar ayudarme pero yo me alejé cuanto pude usando mis alas y me abracé a mí misma, suspiré tratando de calmarme. Escuché que comenzaron a moverse y luego una explosión. Cerré los ojos con fuerza y traté de concentrarme lo más que pude en contenerme.

¡Tengo que ser capaz de controlarme! ¡O sino nunca podré hacerlo!

-Contrólate. Contrólate. Contrólate -comencé a murmurar para mí misma.