CÁLIDA LUZ || Todoroki Shoto x Tú ||

Capítulo 12

Me detuve para mirar al cielo unos segundos, se estaba haciendo tarde pero aún no conseguía calmarme del todo. Seguía caminando por las calles, como siempre hago cuando algo me mantiene inquieta. Resoplé y sin saber qué hacer exactamente, solo seguí caminando. Quiero comer, pero no sé qué comer; quiero dormir, pero mi casa está lejos. Estoy aburrida, y solo puedo caminar aunque ya me estuviera arrepintiendo de hacerlo porque quiero estar en mi cama.

Levanté la cabeza y por pura coincidencia me encontré con que Todoroki estaba caminando en dirección contraria a la mía, sumido en sus pensamientos.

-Todoroki -llamé su atención consiguiendo que se detuviera frente a mí y levantara la mirada del suelo.

-¿________? -sonreí amable como saludo.

-¿Estás bien? Pareces... ido -mencioné.

-No es nada -responde simple. Asentí aunque no estuviera convencida, pero tampoco podía obligarlo a que me dijera qué le sucedía.

-Hm, está bien -suspiré-. Oye, si no es mucha molestia, ¿puedo acompañarte a donde sea que vayas al menos hasta que encuentre algún restaurante para comer? Estoy aburrida y me vendría bien algo de compañía.

Él se lo piensa unos pocod segundos y luego termina asintiendo con una pequeña sonrisa de lado.

-Claro.

Él volvió a caminar y yo a su lado. No quería que el camino fuera tenso y silencioso entre nosotros, así que enseguida decidí preguntar cualquier cosa.

-Entonces... ¿A dónde vas?

Lo vi dudar unos segundos en si responderme o no, en ese momento creí que tal vez no fue una muy buena idea pedirle acompañarlo sin saber a donde iba.

-Al hospital.

-¿Eh? ¿Por qué? ¿Qué sucedió? -no pude evitar preocuparme- ¿Estás bien?

-Sí, estoy bien, no... te preocupes responde haciéndome aliviar-. Mi mamá está internada allí.

-Tu... mamá... -murmuré sorprendida.

En ese mismo instante recordé lo que él le había contado a Izuku sobre ella cuando los escuché hablar.
Suspiré profundo y volví la mirada al frente.

-Espero que sea lo que sea que le suceda, se recupere pronto y pueda salir -mencioné sonriendo comprensiva.

Él me mira con una pequeña sonrisa de nuevo, una de agradecimiento quizás. Volvimos la mirada al frente unos segundos pero yo volví a verlo, solo podía ver su lado derecho.

-Oye -esta vez fue él quien empezó.

-¿Sí?

-Eso que hiciste... cuando liberaste a Bakugo en el podio... ¿Por qué lo hiciste? -preguntó. Miré al suelo suspira profundo y pensando en la respuesta.

-Siendo sincera... Ni yo misma lo sé, solo... sé que no deberían de haberlo tratado así. Sí, es un pomeranian explosivo y rabioso, pero al final... es un humano como tú o como yo; es un compañero.

Mi respuesta parece sorprenderlo levemente porque podía sentir que me observaba, pero de todas formas no dijo más nada y regresó la mirada al frente.

-Pero sí, quizás me lo tomé muy personal o quizás no -bufé con una sonrisa mientras dejaba caer mi cuerpo hacia el frente, aún caminando-. No estoy segura de nada en realidad, ni siquiera de ese recuerdo en el que yo misma estaba encadenada.

<< -¡Ya suéltame! >>

Eso hizo eco en mi cabeza una y otra vez desde que apareció por primera vez en ese momento. Aún no entendía qué era, dónde estaba y porqué me estaba pasando eso, me inquietaba. Me hace pensar en que no sé mucho sobre mí y lo que fui antes de que papá me adoptara.