Capitulo 20.

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Viernes, los viernes siempre eran felices para Jimin, hoy era uno mejor, hoy entregaba su examen de admisión a la universidad, el día era soleado y tenía buena vibra.

Al levantarse, se fue a lavar, se puso uno de sus jeans ajustados, una camisa gris con cuello V y su chaqueta de cuero. Se sentó en su escritorio y empezó a hacer el examen.

Habían pasado dos dias desde que vio a Jungkook, el pelinegro no le había vuelto a llamar ni visitar, cosa que preocupó a Park pero aún así decidió estudiar para su examen y dejar todo lo personal para después.

— ¡Listo! — grito Jimin al enviar su examen.

Con una sonrisa apago su computadora y bajo las escaleras hacia el comedor, pero se quedó estático al ver quien estaba sentado junto a sus padres. Sacudió su cabeza y se acercó a tomar asiento.

— Buenos días papás y señor Jeon.

— Buenos dias joven Park — contesto Jungkook.

Los señores Park invitaron a desayunar a Jeon, ellos estaban con las intenciones de que Jungkook pertenezca a su familia, y que mejor invitándolo a comer y hablarle de su hija, sin darse cuenta que el pelinegro está enamorado de su hijo.

Jungkook le dio una mirada profunda a Jimin, la tension se sentía.
El señor Park carraspeo.

— ¿Terminaste tu examen, hijo? — habló el mientras no quitaba el ojo del periódico.

— S-Si, me fue bien, creo que si me aceptarán — contesto Jimin con cierto nerviosismo.

— Perfecto, aún no entiendo por que decidiste estudiar danza contemporánea en vez de administración, sabes muy bien que después de mi las empresas Park quedaran a tu nombre pero bueno ya tuvimos esta platica, aún así,  tienes que lograr entrar a la mejor universidad de artes de Seúl — habló fríamente el señor.

Jungkook quien estaba comiendo miro de reojo a Jimin quien solo agachó la cabeza al oír las palabras de su padre por lo que habló.

— ¡Wow! ¿Danza? Jimin eres alguien con mucho talento, muy pocas personas tienen el don de desenvolverse con ese tipo de baile, tus padres deben estar orgullosos — dijo Jeon con una sonrisa hacia el menor.

El señor Park al escucharlo bajo el periódico y lo vio.

— Si, mi hijo es muy talentoso pero yo le digo que eso es solo un hobby, no le traerá nada bueno, los bailarines no son más que basura, los Park hemos pasado de generación en generación estudiando administración para luego quedarnos con la empresa de mi tatara-abuelo.

— Disculpe Señor pero creo que cualquier talento es un don, en el baile, ganan buen dinero, si eso es lo que le preocupa, Jimin se puede abrir muchas puertas y quien quita que pronto sea un bailarín reconocido a nivel internacional y pues lo de la administración, nunca está mal romper la tradición, yo solo digo que a usted le debería hacer feliz que su hijo haya encontrado algo que lo motiva a superarse.

Jimin estaba escuchando con sus ojos acuosos, a su padre jamás le gusto que haya escogido esa carrera.

La señora Park noto las traicioneras lagrimas en las mejillas de Jimin.

— ¿Te sientes bien, cariño? — pregunto.

— S-Si y-yo iré a mi habitación, no tengo hambre, con permiso y buen provecho — contesto Jimin levantándose y corrió hacia su habitación.

Jungkook se sintió mal por el rubio en ese momento, solo quería abrazarlo y decirle que todo iba a estar bien.

— ¡Eres un imbecil! Mira lo que has hecho! No quiero que Jimin vuelva a entrar en depresión por tu culpa! — señaló la mujer a su esposo quien estaba con su mano en su mentón.

— ¿Yo que hice? No es mi culpa que el haya agarrado esa estupida carrera! — exclamó el.

Jungkook frunció el ceño ante eso.

— Señor Park, le hablo de hombre a hombre, a usted no le hace feliz ver a su hijo sonreír mientras hace algo que a él le gusta? — Jungkook pregunto totalmente serio, no le gustaba para nada la actitud de estos señores.

El señor Park le dio una mirada a Jeon, se despidió y se levantó de su asiento, la señora solo suspiró y agachó la cabeza.

— Siento mucho que haya visto esto Jeon.

— No se preocupe yo entiendo pero no me gusto como prácticamente le grito a Jimin que era una basura.

— Ay mi bebé, Jimin siempre fue alguien independiente, alegre, entusiasta, nunca se dejó llevar por lo que la gente o nosotros decíamos. Yo admiro y amo a mi hijo, créeme que si, pero simplemente no puedo hacer cambiar de pensamiento a mi esposo por mas que quiera.

Jungkook comprendió.

— ¿Puedo verlo? A Jimin, debe estar mal por lo que quisiera hablar con el para animarlo.

— Claro adelante, a mi no me dejará entrar, suerte.

Jungkook agradeció y subió las escaleras, tocó la puerta de la habitación varías veces. Nadie abrió por lo que decidió hablar desde afuera.

— Jimin, soy Jungkook, se que estás mal pero...—

El pelinegro no termino de hablar por que Jimin apareció en la puerta jalandolo de la corbata hacia adentro.

— No me digas nada y bésame.

𝗔𝘁𝗿𝗮𝗶𝗱𝗼. ✧ 𝙹𝙹𝙺 - 𝙿𝙹◌ೄDonde viven las historias. Descúbrelo ahora