PARÍS, AÑO 1996 [SEGUNDA PARTE]
La vida de Violet Hansen ha cambiado enormemente. Es una ocupada universitaria con una vida un poco monótona; los amigos perfectos, el novio perfecto, la reputación perfecta.
¿Pero qué pasará cuando sus amigos decid...
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EL JOVEN, QUE YACE TUMBADO SOBRE UNA CAMA INDIVIDUAL, se voltea ante la voz de aquel hombre corpulento que luce una camiseta naranja con tela transpirable y unos zapatos deportivos de cordones.
—Es fuerte, pero te vendrá bien para paliar el dolor.
—Llevo demasiado sin fumar uno de estos —replica con una voz inquietante pero después añade una sonrisa final —. Creo que, desde la secundaria, sus efectos nunca me han sentado bien, pero puede que esta vez sea diferente.
—Es un blunt, bro —el hombre explica —. ¿Quieres saber cómo se hace?
—Será útil por sí hay una próxima vez.
—¿Una próxima vez? —sonríe con burla —. ¿Ustedes no eran los pro-defensores de no a las drogas «por que te hacen perder el control y piensas que cualquier canción es buena»?
—Ese es Guy, no yo.
—No recuerdo que fuese Guy quién pronunció eso —Sneak replica con una sonrisa —. ¿No estás seguro de que fuiste tú?
—Puede.
Sneak abandona el lado de la cama, en el que se acomodó para estar junto a Thomas. Sostiene una riñonera con varios artilugios para fabricar sus «mágicos blunts» y coloca cada uno de esos objetos sobre el centro de aquella pieza. Finalmente, da una palmada a la espalda del francés, hasta que recuerda sus heridas profundas como producto de una alergia alimentaria.
—Bangalter, deberías ir a un doctor. Esas ronchas parecen serias.
—Estaré bien —replica ocultando el dolor —. Siempre ocurre cuando como nueces por accidente.
—¿Nueces?
—Tengo alergia.
—¿Y por qué las comiste?
—Fue una trampa —añade contemplando los artilugios esparcidos por la cama —. Una larga historia, ya sabes.
Sneak sacude la cabeza con una risa extraña y se concentra en su tarea. Toma otro papel de cigarrillo expandiéndose por el edredón de aquella cama de tamaño individual, eliminando las arrugas, ya que la efectividad sería mejor. Después, sostiene un pequeño bote de plástico, que contiene la sustancia que tantos efectos podía provocar en pocos minutos. A continuación, rocía aquel concentrado. Finalmente, enrolla el cigarrillo en forma de tubo y agarra un encendedor para cocinar el extracto.
