𝘹𝘹. vingt
𝐅𝐑𝐀𝐍𝐂𝐀𝐈𝐒𝐄 𝐀𝐑𝐑𝐎𝐆𝐀𝐍𝐓
EL AULA ESTÁ VACÍA, A EXCEPCIÓN DE VARIOS TUTORES, QUE INTERRUMPEN LA REVISIÓN DE MI TRABAJO, PARA BUSCAR SOBRE UNOS CASILLEROS. La Sra. Renoir bufa con rabia, tras observar cómo un maestro, no solo interrumpe nuestra sesión de corrección, si no que, la perturba tras dejar caer un objeto que contiene varios bolígrafos.
El hombre, de mediana edad, se disculpa educadamente, y la mujer, sonríe débilmente, para no transmitir mala educación. Después desaparece por la puerta, tratando de no hacer demasiado ruido y nuestro trabajo se reanuda con cansancio. La mujer vuelve a acomodarse sobre la silla, y se frota los ojos, para concentrar su mirada sobre el documento.
—Creo que no deberíamos cambiar nada más —replica amablemente —. La estructura gramatical está correcta, el empleo de las palabras es perfecto, considerando su nivel de francés no nativo, y la presentación está cuidada. Sí el señor Boulanger vuelve a expresarle que debe modificar su trabajo, debería denunciarlo—bromea amablemente —. Tiene que entender que su edad es un poco avanzada, y que sus ideales no son...
—¿Le está llamando viejo?
—Exacto —ríe —. Pero solo espero que esto se mantenga como un gran secreto, si no la calificación de su examen de Redacción Periodística, se verá afectada.
Arqueo una ceja con pánico, recordando aquella prueba tan difícil, en la que una gran cantidad de alumnos, trataban de memorizar todos los términos de la materia con dificultad. No quiero saber la calificación que obtuve, por que ese día fue realmente horrible, los síntomas de mi repentina enfermedad comenzaban a crecer con fuerza y eso empeoró mi rendimiento en el examen.
No necesito más desgracias sobre mi vida.
—Sobre eso, siento que el rendimiento de mi prueba no haya sido lo esperado, y mi repentina ausencia en las clases —replico alteradamente —. Pero estuve enferma y...
—Ya supe que estaba enferma —replica —. No tiene por qué preocuparse, imagino que no debe ser fácil vivir en un país en el que nunca antes estuvo, con este idioma tan difícil y las miles de reglas de pronunciación y ortografía que ahora está obligada a aprender.
Asiento con la cabeza, obviando el detalle de que cuando tenía diecisiete años, y me sumergía casi en el mundo adulto, tuve una estancia de un año, que terminó siendo un infierno.
—Igualmente su calificación ha sido muy buena—la mujer rebusca por la gran pila de documentos y sonríe —. Es notable que se esforzó demasiado en aprender nuevo vocabulario y en reforzar su escritura.
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𝐇𝐎𝐌𝐄𝐖𝐎𝐑𝐊 𝐈𝐈 ─ daft punk fanfiction.
FanfictionPARÍS, AÑO 1996 [SEGUNDA PARTE] La vida de Violet Hansen ha cambiado enormemente. Es una ocupada universitaria con una vida un poco monótona; los amigos perfectos, el novio perfecto, la reputación perfecta. ¿Pero qué pasará cuando sus amigos decid...