035 décisions futures.

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xxxv. trente cinq

𝐃𝐄𝐂𝐈𝐒𝐈𝐎𝐍𝐒 𝐅𝐔𝐓𝐔𝐑𝐄𝐒

       EL RELOJ DE UNA PEQUEÑA MESA MARCA QUE SON LAS CUATRO DE LA MAÑANA

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       EL RELOJ DE UNA PEQUEÑA MESA MARCA QUE SON LAS CUATRO DE LA MAÑANA. Las agujas del reloj suenan con más intensidad cuando las notas de otra canción de un cassette deteriorado impactan frente a un modesto apartamento.

   Cuba de The Gibson Brothers suena en unos pequeños parlantes.

—¿Puedes creer que mi padre produjo esta canción?

        Un joven rompe el silencio de dos jóvenes que se miran profundamente como si nada de lo que estuviese en aquella pieza realmente les rodease. Sonríe lentamente mientras saborea otra calada de cigarrillos Gauloises.

—¿Qué tiene de malo?

      El joven de rizos magníficos sonríe con más magnitud. Es la sonrisa de alguien que por fin se siente liberado de todos sus demonios.

—Es una canción estúpida —ríe expulsando el humo de aquel cigarrillo. Sus dedos recorren una espalda casi desnuda —. ¿Por qué se le ocurrió nombrar algo así como "Cuba?"

     Sonrío abiertamente acercando al joven hacia mí. Mis mejillas se sonrojan rápidamente tras contemplar su rostro sin ningún otro impedimento más que el del humo.

—¿Y por qué trajiste esos cassettes? —pregunto con curiosidad sintiendo como su respiración se impregna sobre mi cuello —. No tiene demasiado sentido.

—Mmm.... —adopta una pose pensativa —, probablemente se colaron en mi bolsillo. Mi padre solía regalarme los másteres del estudio antes de que él y Jean enviasen las canciones a la discográfica. Yo nunca le hacía demasiado caso a eso. Cuando tenía once años tenía claro que iba a dedicarme al cine. Después conocí a Guy y todo cambió.

—Es bizarro saber que... —río ligeramente —, esta canción está sonando mientras se supone que nosotros... —oculto mi rostro sobre un hombro ligeramente cubierto con unas sábanas de tacto sedoso —, estábamos...

—¿Acostándonos? —termina aquella embarazosa frase —. No es como que le importe mucho, créeme. Pedro ya se encargó de decirle a todo el mundo que lo hicimos.

—¿Qué?

     Su rostro se vuelve rebosante de energía contagiosa. Las comisuras de sus labios se separan con auténtica rapidez para carcajear intensamente. Empuja mis hombros ladeandome de un lado a otro.

—Mira la gran ventaja, chérie —juega con un mechón de mi cabello sonriendo idiotamente —. Será agradable contarles a tus amigas como somos los franceses cuando se trata de asuntos íntimos. ¿No crees?

—¡Para! —río —. ¿Sabes? No es agradable hablar de esto... —me sonrojo con facilidad y oculto mi rostro sobre aquellas sábanas —, si mis padres supiesen que en vez de estar estudiando para las asignaturas reprobadas meto a un francés arrogante y molesto sobre mi cama casi todas las noches... —exploro los lunares que se forman sobre la parte baja de su cuello —, me matarían. Ellos siempre me vieron como una persona responsable y...

𝐇𝐎𝐌𝐄𝐖𝐎𝐑𝐊 𝐈𝐈 ─ daft punk fanfiction.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora