Harry.
Fairuz, la pobre muchacha sonreía roja como tomate por lo que había pasado. Me quedé quieto al ver esas pestañas tan grandes junto con sus grandes ojos y su linda sonrisa. Sarah, mi jefa y dueña de la panadería, apareció en escena haciendo que me sintiera mucho más presionado, inmediatamente sentí todas las miradas del local, quería desaparecer. Luego de decirle que no se preocupara, ambos nos levantamos del suelo. Sarah iba a hablar pero Fairuz la atropelló disculpándose.
—Lo siento mucho, señora, déjeme ir por mi papá, vivo a unas cuadras de aquí, ahora vuelvo para pagarle todo, disculpe —mencionó quedándose sin aire, totalmente roja.
—Señora Sarah, fue mi culpa, no tuve cuidado al caminar con la caja de postres en la mano —miré a mi jefa para tratar de suavizar la situación.
Ella simplemente se cruzó de brazos y me miró.
—Harry, por favor limpia este desastre y tu pequeña, no te preocupes, luego vuelves con tu padre y lo solucionamos, no hay problema, ve con el pan —le sonríe amablemente para que los hombros de Fairuz se suelten y respire tranquila.
—¡Muchas gracias! Hasta luego, chau Harry —sonríe una vez mas y sale por la puerta.
Escucho unas risitas de mis compañeras de trabajo que me hacen achicar los ojos.
—Romeo, limpia todo, ya casi vamos a cerrar —Sarah desaparece ingresando a la cocina mientras suelta algunas carcajadas.
Saqué el trapeador y me puse a limpiar sonriendo, el primer día y ya botaba pasteles ¡Bien, Harry! Un premio. Espero no me despidan antes de que acabe la primera semana.
Fairuz.
Salí prácticamente corriendo de ahí, esto solo me puede pasar a mi. Pensé que la torpeza se había ido al cumplir mis catorce años, pero ahora veo que me sigue acompañando. Corrí a casa de la abuela ya que empezaba a oscurecer, cuando llegué, todos voltearon a mirarme con cara de sorpresa sentados desde la sala, no sé qué cara habré tenido, pero papá y mamá esperaban una explicación.
—¿Por qué demoraste? —pregunta Franco mirándome.
—Es una historia muy divertida —no quería contarles en ese momento porque claramente se iban a reír y me iban a regañar. —El pan se enfría, comamos.
Nuevamente me gano una mirada extraña de parte de todos pero, gracias a Dios, esta vez deciden ignorarme y sentarse a comer. Agradecí internamente al universo y corrí al lado de la abuela para evitar preguntas indiscretas de Santiago o mamá. En medio de la cena, nuevamente escuchaba a la abuela quejarse su vecina y la falta de atención que tenía con su jardín, la señora había dejado crecer tanto sus plantas, que la maleza ya entraba al jardín de Amelia. Para ayudar, papá se ofreció a ser el jardinero a lo que reímos para ganarnos una mala mirada del hombre que menos habilidad en las manos que había conocido. Quería hacer bromas o burlarme de él pero pero cuando quería participar en la conversación, mi mente viajaba hacia la panadería.
Harry.
Su sonrisa se repetía en mi mente, ¿Cuántos años tendría? ¿Trabajará todos los días? Porque si es así, yo iría encantada a comprar el pan. ¡No! No hemos venido a enamorarnos. Me golpee mentalmente mientras intentaba borrar su rostro de mi subconsciente sin mucho éxito para ser sincera, pero de todas formas intenté seguir cenando mientras evitaba sonreír pensando en él.
Después de terminar de comer, cada uno se dirigió a su habitación porque el viaje había sido realmente largo. Yo compartiría la mía con mis hermanos lamentablemente. La abuela nos dió las buenas noches a cada uno, especialmente a Miranda que no la dejó ir hasta que le contara un cuento. Cuando la habitación quedó a oscuras, Miranda ya dormida y yo intentando hacerlo, a Santiago se le ocurrió empezar a calcular cuanto necesitaba para obtener un buen promedio y así acabar la universidad con honores. Di mil vueltas en la cama pero su vocecita molesta no me dejaba descansar en paz, cansada, tomé mi pantufla del suelo para lanzársela a mi hermano.
—¡Auch!
—Buenas noches —sonreí girando para al fin dormirme.
Al día siguiente y temprano, después de desayunar, salimos a caminar para conocer un poco más el pueblito.
—¡Tengo hambre! —grita mi hermano luego de haber caminado cerca de media hora. —¿Habrá algún sitio para comer o algo? Aunque sea para comprar agua, no quiero volver hasta casa.
Entonces se me prendió el foquito.
—Vamos a la panadería, venden postres y creo que vi agua —digo sonriendo.
Santiago alzó a Miranda en brazos para caminar hacia allá. Llegamos rápidamente porque el pueblo no era realmente grande pero si lo suficiente como para que mi hermano no quisiera ir a casa de mi abuela en busca de agua. Al entrar, mi mirada escaneó el lugar como si estuviera en busca de oro, pero no estaba, suspiré frustrada y fui a sentarme enojada a una de las mesas que estaban dentro del local.
—¿Qué tienes, hermanita? —Miranda coloca su manito encima de la mía.
—Nada, tengo calor y quiero volver a casa.
Antes de que ella pudiera contestar, Santiago aparece con postres y agua, por lo que nos quedamos ahí conversando un rato.
Harry.
Salí a dejar un pedido que la señora Sarah me encargó ya que Carlos, el chico del delivery, no fue hoy a trabajar por alguna excusa tonta que le dio a nuestra jefa. Mientras me acercaba a la panadería cansado de caminar, la vi. Se encontraba sentada en una mesa con un muchacho, tenía el ceño fruncido y movía las manos mientras hablaba de algo, me escondí detrás de una pared y seguí observándola.
No quería volver, ¿Qué le iba a decir? Qué vergüenza, diría alguna estupidez, mejor esperaba a que se fuera para poner un pie dentro de la panadería.
Tienes que trabajar ¡Genio!
Respire, me miré la ropa y la intenté estirar con mis manos. Refunfuñé mientras recordaba a mi mamá en la cabeza y su charla de la importancia de usar plancha. Cuando me encontraba cerca, vi que se levantó y comenzó a caminar hacia la puerta de salida ¡No, no, no! Harry el buena suerte, me llaman.
Fairuz abrió la puerta de vidrio mirando al piso, sus ojos viajaron hasta mis converse blancas y fue escaneándome hasta llegar a mis ojos, una vez el contacto visual llegó, me regaló su preciosa sonrisa.
— ¡Hola, Harry!
🌻🌻🌻
Hola bebes, espero les guste este nuevo capítulo! Mas tarde estaré subiendo otro. Les agradecería si me apoyan con sus votos y comentarios.
¡Un abrazo!
Clau ♡
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Just let me adore you [H.S]
Fanfiction"Después de pensar que nuestra historia acabaría por completo ese verano en Holmes Chapel, no tuve la suficiente valentía para mirarlo a los ojos otra vez. Eran emociones más fuertes de las que mi cuerpo podía soportar, era él, nuevamente él." Para...