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Harry.

Estábamos en la camioneta luego de terminar otro concierto, One Direction, estaba siendo la banda más famosa del momento. Después de audicionar en The X Factor, Simon Cowell formó un grupo con cuatro chicos desconocidos para mí, jamás pensé que mi vida cambiaría tanto y que terminaríamos siendo mejores amigos y hermanos. Cuando no ganamos, la disquera de Simon nos ofreció un contrato que firmamos por cinco años, sin muchas expectativas la verdad, sin embargo el mundo se puso en nuestros pies y era una loca que aún no terminábamos de creer. Hemos ganado muchos premios, tenemos muchísimas fans en todo el mundo a las que amo con todo mi corazón por el gran apoyo que nos han dado, sin ellas no seríamos nada. 

En este momento me encuentro en Noruega dando la gira Take me Home, el segundo disco que sacamos, es un éxito, tanto que hicimos soul out en cada uno de los países y vamos dando doscientos veinte conciertos de los doscientos treinta y cuatro que tenemos confirmados. 

—¡Liam, apestas! ¿Puedes moverte más allá? —gritó Louis empujándolo hacia el asiento de al frente.

—¡No apesto! ¿Verdad, Zayn? —refutó este.

—Liam, te quiero, pero eres el más apestoso de nosotros cinco —se tapó la nariz y pudimos escuchar la risa escandalosa de Niall en toda la camioneta.

—No es verdad —dijo ofendido. —Los pies de Harry apestan peor.

—Cállate, cucharaman —le pegué en la cabeza y reímos fuerte.

—¡Cucharaman! —Niall se ahogaba en su escandalosa risa.

—Zayn, dile que no me diga así —se quejó Liam, pero cuando volteamos, Zayn estaba dormido como si fuera una piedra.

—Debería esperarse al hotel para dormir, sus ronquidos me molestan —se queja el ojiazul.

—Debería esperarse al hotel para dormir, sus ronquidos me molestan —se queja el ojiazul

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—Todo te molesta, Louis —volteó a mirarme mal.

—¡Eso no decías la otra noche! —me miró pícaro.

—¡Vivan los novios!

—¡Ya basta, Niall! —dije riéndome.

Llegamos al hotel cansados, cada concierto era genial pero era agotador. Mañana iniciaríamos el tour en América, Europa fue un éxito total. Me eché a la cama con la ropa que tenía puesta, estaba realmente cansado, quería dormir solamente. Di un par de vueltas a la cama y me quedé profundamente dormido.

Estaba por abrir los ojos cuando alguien saltó encima mío.

—¡Oi oi! 

—Harry, levántate, mira la hora que es, estamos tarde —oí la voz Liam, luego sentí como me movió.

—Harry, me comí la galleta que estaba en la mesa —escuche esa voz irlandesa.

—¡Zayn, no te eches a dormir con Harry! —Louis gritó.

—¡Niall, deja la secadora de Harry en paz! —alguien prendió la secadora y Liam se la quitó de las manos.

—¡Cállense, puta madre! Largo, váyanse, ya salgo —me levanté de golpe empujándolos, me tiré los rulos enojado, tan temprano y hacen bulla.

—Apúrate —dijo Liam y desapareció por la puerta con los otros tres idiotas.

Ya en el avión busqué el primer asiento para acomodarme y poder dormir, sabíamos que el jetlag nos jugaría en contra. Una de las ventajas de toda esta locura era tener un avión privado, lo cual agradecía porque evitaba todo la demora de esperar un avión y había más privacidad para poder descansar. Cerré los ojos en cuanto nos avisaron que despegaríamos, sería un viaje largo. Nos vemos en unas horas América.

Fairuz.

Cuando llegamos a California, envíe un WhatsApp al grupo de la familia avisando que llegamos, esperamos unos cuantos minutos por las maletas, luego de perdernos y encontrar el camino, pudimos pedir un taxi con dirección a nuestro siguiente destino. La Universidad de California me ofreció un departamento para mi sola dentro de unos condominios asignados para alumnos de intercambio a nivel mundial. Al llegar y después de dar mis datos en recepción y firmar unos papeles, el asesor de estudiantes me llevó a mi edificio, asignándome el departamento 714H. 

El lugar era muy bonito, estaba amoblado, por lo que no tendría que comprar tantas cosas para el, tenía una sala y comedor juntos, una cocina, dos cuartos, dos baños y un pequeño balcón que tenía de paisaje el gran parque que conectaba todos los edificios. Mi habitación era grande, suficiente espacio para mi, además de un mini escritorio que podría servirme de mucho. Mire las paredes blancas y las toqué con delicadeza, aún no podía creer que este lugar sería mío por un tiempo. Sonreí y me lancé a la cama sin sábanas mirando al techo, me permití calmar mi mente solo unos segundos antes de pensar que debía comprar cobijas para esta noche. Eran como las tres de la tarde aproximadamente, no habíamos almorzado y no conocíamos absolutamente ningún lugar para poder almorzar, debía empezar a adaptarme. 

—Muero de hambre, mamá ¿Pedimos algo?

—Yo también tengo hambre, mami —Miranda tocó su barriga.

—No hay nada para cocinar, chicas.

—Llamaré a recepción, quizá me dan el número de algún restaurante —mencioné caminando hacia el teléfono inalámbrico que tenía instalado en la cocina. —Buenas tardes, ¿Tendrá el número de alguna pizzería cerca para llamar por delivery?

Claro, enseguida subo un pequeño papel con todos los números, dame un momento por favordijo la voz por el teléfono.

—Muchas gracias.

A los cinco minutos tocó mi puerta el joven de recepción, en el cartón habían los números de emergencia, algunos restaurantes y supermercados, le agradecí y marqué al restaurant para pedir una pizza. En lo que llegaba, empezamos a desempacar mis cosas, sería mejor hacerlo ahora y con la ayuda de mamá que más tarde y sola. Mañana iniciaba mi ciclo universitario y debía llegar temprano.

A la hora llegó la pizza, aproveche en sentarme a comer y revisar mi email con el horario asignado. Empezaba a las nueve de la mañana con producción audiovisual, a las once era mi siguiente curso llamado teoría de la imagen y del sonido, luego tenía el día libre. 

Después de comer, nos bañamos para ir al supermercado y comprar algunas cosas para la semana, no quería gastar en almuerzos diariamente en la universidad, por lo que cocinaría para mi de lo poco que sé. El día pasó volando en lo que volvimos y guardamos todo en los estantes de la cocina, me eché a dormir para poder tener una buena cara sin ojeras el día siguiente. Cerré los ojos y le pedí a todos los santos que me fuera bien el día de mañana, Dios sabe que necesito aprovechar esta oportunidad.

🌻🌻🌻

Holaaaa

El capítulo 11 esta aquí, las amaría mucho si me dejan sus votos y algún comentario! 

Un abrazo.

- Clau.

Just let me adore you [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora