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Fairuz.

Llevábamos varios días aquí y me alegra mucho que todos se lleven bien con Harry. Fue muy gracioso como Miranda casi se desmaya al verlo parado frente a ella. Hicieron clic de inmediato, lo ama. Aún no conversamos sobre mis nuevos planes, estoy alargando la conversación hasta mañana ya que nos vamos el dos de enero.

—Esta es mi habitación —encendí la luz y todo se encontrana como lo había dejado. Mamá la había limpiado para que Harry durmiera aquí.

—Que ordenada resultaste —bromeó el rizado quien le dan una mirada al lugar. —Esto es... —señaló con su dedo.

—Si —sonreí recordando. —Decidí no botarla, no podía.

—Pensé que lo habías dejado con tu abuelita.

—No podía, rainbow golden era nuestro hijito —suspiré con nostalgia. —Ni te imaginas lo que tuvimos que hacer para traerlo aquí, migraciones nos hizo un gran problema.

—¿Que pasó? —rió Harry sentándose en mi cama.

—No podía llevar un pez conmigo, la aereolínea no permitía mascotas —me senté a su lado y le sonreí. —Así que mamá tuvo la idea de llevarlo en esa pequeña maleta transparente ¿Recuerdas la mochila que llevaba todos los días a la panadería y tu decías que me iban a robar todo lo que llevaba dentro porque se veía? —Harry asintió recordandola. —Lo metimos ahí con agua.

—¿No se mojó todo? —negué triunfante, realmente fue una locura hacerlo.

—Recuerdo que una aeromoza vino a decirme que no podía tenerlo ahí, me puse a llorar y papá dijo que los acusaría de discriminación —ambos reíamos por la historia. —¿Te imaginas? Discriminación a mi bello pez, al final lo cambie a su pecera en el baño y no dormí ni una sola hora para que no tuviera un accidente.

—Eres asombrosa, realmente me impresionas.

—Fue tu regalo, claro que lo amaría, mi pez siempre sera un bonito recuerdo, cuando murió meses después, lloré mucho, incluso quise escribirte para contarte pero, como sabras...

—Decidiste no hacerlo —susurró mirandome. —Te quiero, preciosa.

Le sonreí y le di un pequeño beso en los labios.

La boda de Santiago fue preciosa, lloramos mucho, mi hermano se quebró al dar unas palabras para Ivana, estaba feliz por ambos, se querían mucho, eso se notaba. Todos en mi familia amaron a Harry, además, fue el centro de atención ya que fue molestado por todas mis tías por no saber bailar salsa.

—¡Muévete más, Harry! dijo la tía Miriam mientras le movía los brazos a mi pobre novio.

No... eh... bailar Harry trataba de comunicarse, no sabía español pero lo intentaba, era muy tierno

Ten, hijo, bebe un vaso el tío Rafael se acercó dándole cerveza a Harry, yo lo veía de lejos y él a pesar de no saber bailar ni hablar bien español, se portó muy bien con todos.

Just let me adore you [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora