Just let me adore you [H.S]

Extra 5 - Hasta siempre.

Harry.

Veía corretear pequeñas personitas delante mío, las personas nos miraban extraño ya que ver a cuatro niños corriendo en un hospital no es muy apropiado.

—Nate, quédate tranquilo, por favor —suspiré frustrado.

—¡Abuelo, ella me está molestando! —señaló a la pequeña Fairuz, de tres años.

Sí, soy abuelo de seis lindos niños.

Después de que Julieta se casara, nos dio la noticia a los meses de que sería madre de gemelos. Nate y Eric tenían siete años, mientras la pequeña Fai, sí, le pusieron como mi esposa, aún era un bebé.

Por otro lado, Edward se rehusaba a casarse, nos presentó a muchas novias hasta que su madre le dijo que ya no quería ni una mujer más en la casa. Sorprendentemente, en una cena familiar, Ed apareció con una chica simpática. Poco tiempo después llegó con las noticias de matrimonio y un hijo. Dos adolescentes y dos niñitos fueron frutos de ese amor.

—Papá ¿El doctor te dio noticias? —Ed apareció por el pasillo del hospital.

—No —susurré.

Entonces volví a mi realidad. Han pasado cerca de setenta años desde que dijimos sí en el altar. Quisiera estar celebrando en estos momentos pero no es así. Fairuz se encontraba hospitalizada gracias a que su corazón no estaba palpitando como debería. Ya somos ancianos, deben tenerla vigilada, así que ella está aquí hace siete días.

—Abuelo —Nicola me abrazó y se sentó a mi lado.

—Hijo ¿Cómo vas en la universidad?

—Abuelo sabes que no me gusta estudiar —susurró mirando que su padre no escuchara. —Quiero audicionar a The X Factor.

—¿Sigue existiendo ese programa? —pregunté sorprendido.

—Si, mira —de su muñeca apareció un reloj que proyecto un tipo holograma, dios, la tecnología de hoy en día.

—Que interesante, tienes mi apoyo —sonreí.

Mis hijos no habían indicado ni un sola inclinación a la música y eso me podía triste, sin embargo, mis nietos eran fanáticos de ella, podría formar una banda con todos si quisiera.

—Señor Styles —el doctor a cargo de mi esposa se hizo presente, silenciamos a los niños y esperamos que él hable. —La señora Styles quiere verlo.

(Reproduzcan Can't help falling in love - Elvis Presley)

Asentí y Edward me dio un palmazo en el hombro mostrándome su apoyo. Cuando entraba, vi llegar a Julieta de la cafetería, me sonrió, le devolví la sonrisa y entre.

—Guapo —dijo mi bella esposa postrada en la cama.

—Mi amor —le susurré. Me dolía verla tan frágil y en esta situación, como quisiera estar en su lugar. —¿Cómo estás hoy?

—Queriendo salir de aquí, el día es muy bonito, me recuerda a cuando fuimos a Brasil para el tour —me señaló la silla a su lado para sentarme.

—¿Lo recuerdas? Dios, ese día bailaste casi desnuda delante de muchos hombres, me puse muy celoso —tome su mano que se encontraba caliente y la acaricié.

—Cuando era joven y bella.

—Sigues siendo preciosa.

Y era verdad, aunque pasaran los años, ella seguía siendo la mujer más linda para mis ojos. Pensar en la Fairuz joven me hace recordar cuando recién nos conocimos, cuando por primera vez me enamoré de ella en esa panadería. Mi corazón late por ella, siempre latira por ella.