Just let me adore you [H.S]

19

Fairuz.

Cuando estuvimos en la puerta de entrada, Peter nos esperaba con la Ranger Rover negra de Styles. Cada vez me quedaba más asombrada con todas las cosas que poseía este hombre. Harry muy caballero me abrió la puerta del auto, lo rodeó, subió para encender el caso y salir de su casa para el centro.

—Después de que me acompañes a la tienda, vamos a almorzar —decretó prácticamente.

—¿Quién dice que quiero almorzar con usted, señor Styles? —lo miré con una ceja levantada.

—Tu cara —se burló soltando su típica carcajada.

—Muy gracioso, ¿Puedo poner música?

—Claro, ten —sin mas, me dio su celular. —Conéctalo a bluetooth y pon lo que gustes. 

Quedé sorprendida con el gesto de Harry cuando me entregó su celular sin ningún problema. Supongo que no tendría nada que ocultar, como una novia ¿verdad?

Busqué entre sus playlist y puse canciones de One Direction, Kiss you empezó a sonar y el me miró para negar con su cabeza llena de rulos. El trayecto fue algo largo pero llegamos sin ningún problema a un centro comercial.

Cuando bajamos ambos nos colocamos lentes de sol ya que supuse que Harry quería evitar algún alboroto. Caminamos hasta la gran tienda y al entrar, muchos de los trabajadores saludaban a Harry como si fuera un cliente diario.

—Hola, Mónica —sonrió este. 

—Señor Styles, buenas tardes.

—Ella es Fairuz. —me señaló.

—Un gusto —sonreí intimidada, todo era muy lujoso dentro.

—Por favor, podrías decirle a Alessandro que estoy aquí.

—Enseguida.

Harry me tomó de la mano y me llevó a las distintas secciones de la tienda. Había ropa muy bonita pero muy costosa, la verdad me gustaban algunas líneas, tenía un par de cosas Gucci pero nada más.

—¿Te gusta esta camiseta? —Harry tenía entre sus manos la prenda con el logo de Gucci en color negro con cuello redondo. 

—Creo que si —ladee la cabeza.

—¡Es preciosa! — la llevó consigo y siguió mirando las distintas prendas, escuchamos una voz que nos hizo voltear. 

—Querido Harry —un hombre vestido algo extravagante para mi gusto se plantó delante de nosotros, sonrió y le dio un abrazo.

—Alessandro —si, el mismo Alessandro Michele en persona. —Ella es Fairuz, él es un gran amigo mío.

—Mucho gusto, Fairuz Molina —tomó mi rostro y me dio dos besos, sonreí ante su gesto.

—Ya que estás aquí quería entregarte tu pedido y también pedirte que me des tu opinión sobre la próxima línea que será lanzada —mencionó emocionado. 

—Será un placer, Alessandro.

—Por aquí, por favor —nos guio hacia una puerta que daba a un gran estudio. Había muchas prendas colgadas en distintas partes del gran cuarto blanco.

Harry.

Alessandro empezó a hacernos un recorrido por cada conjunto, le explicaba a Fai el material y el porqué del diseño, ella mira y escucha atenta su explicación.

Me divierte y enternece verla como una pequeña niña con sus grandes ojos abiertos, es preciosa, definitivamente fui un estúpido al dejarla ir así. Se enteró que tenía una casa en Los Ángeles pero yo quiero quedarme con ella, he venido para eso, he venido para enamorarla. 

—Fairuz, ¿Puedes probarte este conjunto? 

—¿Yo? —dijo ella sorprendida mirándolo a él y luego a mi.

—¡Claro, querida! Tienes medidas de modelo —se puso rojísima. —Nadie se lo ha probado, por favor.

—Está bien —sonrió.

—Pasa por aquí, en esa esquina está el cambiador.

Fairuz se dirigió dudosa y se adentro al cambiador.

—Harry, es estupenda —me miró Alessandro.

—Gracias, pero no estamos juntos —hice una mueca.

—Entre ustedes pasa algo, a mi no me engañas —cruzó sus brazos con una mirada cómplice.

—Me he vuelto a reencontrar con ella, nos conocimos en Holmes Chapel cuando yo no era nadie, la deje ir —suspiré recordando la historia.

—Crees que por algún motivo la has vuelto a encontrar y no la dejarás escapar —completó la frase.

—Exacto.

—Entonces hazlo.

—Alessandro, puedes ayudarme por favor —su linda voz nos interrumpió.

—Enseguida voy, querida —dijo mi amigo. —Ya sabes, Harry, no la dejes ir —me guiñó el ojo y desapareció.

Cuando salió del probador, lucía preciosa. Se había probado un vestido corto de tiras que parecía escoces, con unas botas largas de cuero y una bufanda encima, parecía una modelo, mi modelo.

—Estas preciosa —la miré asombrado.

—Gracias —sonrió.

Luego de que Alessandro me entregara mi pedido y le pidiera a Fai que vuelva ya que se habían llevado de maravilla, salimos para algún restaurante a almorzar. 

Hola hola! Feliz San Valentin a todas, les mando un fuerte abrazo y espero pasen un bello día lleno de amor! ♥️

Clau.