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Harry.

Toqué el timbre, Fairuz se encontraba detrás mío escondida, hace unas horas habíamos llegado a Londres. Eran solo las 6:00 am, la pobre se caía del sueño pero era mejor evitar que cualquier alboroto con los paparazzis. Ben me abrió la puerta como si estuviera súper fresco, definitivamente esa no sería mi cara tan temprano y menos para recibir gente.

—Harry —exclamó con una gran sonrisa.

—Déjanos pasar, nos morimos de frío —en Londres era época de invierno y según vi en mi teléfono, estábamos a dos grados.

Al entrar, el aire acondicionado nos calentó, haciéndonos sentir mucho mejor.

—Te presento a mi novia, ella es Fairuz —ella sonrió amable.

—Ella es la famosa Fai, mucho gusto, futura colega.

—Es un gusto, señor Ben, de verdad muchas gracias por la oportunidad —le dio la mano sonriendo.

Tan linda mi chica.

—Oh, dime Ben, señor me hace sentir viejo y este ser —me señaló. —Hace todo menos tratarme como alguien mayor —reímos.

—Vamos, Ben, no seas abuelito —palmeé su espalda.

—Muchas gracias, Ben, por todo —mencionó Fairuz para dirigirse hacia nuestro hogar temporal.

Subimos las maletas hasta el ático, ella volteo a mirarme divertida, sé que tenía muchas ideas sobre mi estancia en ese sitio.

—¿Cómo es que el joven millonario Harry Styles no tiene una casa propia y duerme en el ático de Ben Winston? —alzó una ceja mientras miraba el lugar.

—Pues —rasque mi nuca. —Eran seis meses, en serio, pero con la gira, los discos y la película, jamás tuve tiempo de buscar algo para mi, sabes como soy —ella asintió burlandose. —Además, ellos dos son muy buenos anfitriones, me hacían sentir como en casa, cuando extrañaba a mi madre, Gina, la esposa de Ben, conversaba conmigo y me hacía sentir acompañado.

—Aw, Harry —me dio un corto beso. —Espero encontremos algo, ya deberías dejar que vivan en paz sin ti —sus manos fueron hasta mis cachetes y los apretó.

—Me ofendes, mujer.

—¿Mañana me puedes llevar a la universidad? No conozco —hizo una mueca y no pude resistirme.

—Claro, tengo una reunión en la disquera pero te llevo y al salir podemos ver algunas casas —ella estaba sacando una sweater por el frío pero volteo y me la lanzó con odio.

—Que casa no, Styles.

Nos echamos a dormir unas horas, el jet lag era algo que debíamos aprender a manejar. Al despertar, Fai pudo conocer a Gina, se llevaron excelente. Ben le explicó un poco como sería su trabajo, no sería mucha presión y además le daría tiempo de estudiar.

Fairuz.

Ben y Gina han sido super amables, ayer pude conversar más con ella mientras la ayudaba a preparar la cena, es muy dulce y como dijo Harry, te hace sentir como en casa.

Desperté antes que mi novio, el chico estaba dormido solo en boxer, espero que lo de anoche no se haya escuchado, sentí verguenza pero él terminó convenciéndome.

Me di una ducha y me cambié rápidamente. Me puse unos jeans con unas botas de cuero, mi cafarena negra y encima una sweater rosado gruesa, hacía demasiado frío. Acomode mi cabello secándolo y me maquillé solo un poco.

—Amor —sacudí un poco a Harry. —Bebé, despierta —se quejó y me dio la espalda. —Recuerda que me llevarías a la universidad y tú tienes una junta de trabajo.

—Sí, ya sé —abrió los ojos. —Buenos días, bonita. Vaya, estás lista, que guapa  —me miró de pies a cabeza. —Porque no bajas a desayunar y enseguida te alcanzo.

—Bien, no te demores, debes comer algo también —le di un corto beso y salí disparada hacia abajo.

Después de desayunar con Gina y Ben, Harry me llevó a la universidad. Al llegar habían muchos estudiantes entrando y saliendo, todos demasiado ingleses para mi gusto, pero me agradaba dentro de todo. Me dirigí hacia el departamento que indicaba mi sobre, debía entregarlo.

—Buenos días, me pidieron que venga a entregar mis papeles para poder incorporarme a la universidad este semestre —una señora de la edad de mi abuela estaba sentada escribiendo en una computadora, al verme alzó movió su rostro y señaló una oficina, supuse que debía entrar, me dirigí hacia allá, una voz femenina me pidió pasar.

—Eh... buenos días, la señora me señaló esta oficina, creo que aquí debo dejar los papeles.

—Buenos días, señorita, toma asiento —era una mujer mucho más joven y más amable. —Permíteme tu pase de visitante, por favor —después de verificar algunas cosas en su computadora y leer mis papeles, me miró.

—¿Pasa algo? —moví mis pies inquieta.

—Si, no puedes incorporarte este semestre, debes esperar al siguiente.

—¡¿Qué?! Pero, me dijeron que solo debía firmar unos papeles y listo —la miré pidiéndole una explicación.

—De hecho sí, pero la fecha límite fue ayer.

—¿No pueden hacer una excepción? —le rogué prácticamente.

—Lo siento, son reglas de acuerdo al calendario académico. De todas formas, ya programe una cita dentro de cinco meses para que hagas los trámites a tiempo, eso es todo —me quedé helada, ingleses, siempre tan formales y correctos.

—De acuerdo, muchas gracias —traté de aparentar tranquilidad.

—El correo te llegará días antes para que no olvides la cita —claro, si es de aca a diez años, Dios.

—Si, gracias —salí corriendo y le envié un texto a Harry.

Ven por mi por favor, urgente.

Estoy afuera.

Después de explicarle todo a Harry y entrar en colapso nervioso, me hizo recordar que podría practicar con Ben mientras y así ocupar mi tiempo. Respire y me compró comida para alegrarme, según él. Pasamos la tarde recorriendo distintos barrios con departamentos.

Just let me adore you [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora