Los Regentes Sentimogu siguen en silencio a su líder Vladyron, bastante interesados en conocer la identidad del terrible monstruo que fue creado como el arma definitiva por el Dr. Raghnik y destruyó y devoró a todos los habitantes de las ciudades más prestigiosas de sus clanes. Vladyron nota la tensión de sus compañeros y rompe el silencio.
VLADYRON: Os noto tensos, ¿estáis nerviosos por conocer a vuestro nuevo camarada?
BLACKORBION: A pesar de que sea un nuevo aliado, no puedo olvidar que esa bestia haya acabado con miles de millones de los nuestros. Quiero hacerle pagar por sus fechorías dándole una buena lección.
VLADYRON: ¿Y por qué debería importaros tanto la muerte de aquellos que solamente existían para servirnos con una devoción suicida? Eran peones sacrificables para que nuestro nuevo compañero pudiera fortalecerse y alcanzar un nivel altísimo para ayudarnos en nuestra causa.
BLACKORBION: ¡Pero...!
VLADYRON: (mirando amenazante a Blackorbion) ¿No lo ves como yo? No entiendo por qué estás cuestionando este curso de acontecimientos. No podíamos hacer nada para evitarlo, así que debemos ver el lado bueno de esta tragedia, ¿no es así?
BLACKORBION: (resignado) S-sí... Solamente no puedo soportar que semejante afrenta contra nuestro Imperio quede impune.
VLADYRON: (sonriendo) Bien, igual te he malinterpretado, amigo mío.
ÓMINA: ...
PENUMBRA: <<Blackorbion...>>
Poco después los 4 Regentes llegan a las puertas del estadio tras haber recorrido un largo pasillo lleno de retratos y estatuas del malvado hechicero. Vladyron usa su magia y abre las gigantescas y pesadas puertas de acero, dejando ver un amplio campo de batalla rodeado por unas gradas. En el centro del lugar Azucrown se encuentra de espaldas y con los brazos cruzados.
VLADYRON: ¡Azucrown, amigo! ¡Hora de entrenar con tus nuevos camaradas!
Azucrown voltea con cierto desdén y le dirige una mirada a los 4 Regentes Sentimogu. Ómina, Penumbra y Blackorbion se quedan sorprendidos al percibir la devastadora energía oscura que desprende la esencia del poderoso guerrero con apariencia de monstruo marino. Blackorbion se recompone y le habla de mala manera a Azucrown.
BLACKORBION: De modo que tú eres el monstruo que tanto daño ha causado a nuestro Imperio, ¿eh? Déjame decirte una cosa, puede que ahora seamos aliados, pero en este entrenamiento voy a hacerte pagar por todos tus crímenes.
PENUMBRA: ¡Te vamos a enseñar lo fuertes que somos los Regentes Sentimogu!
ÓMINA: ¡Más te vale estar preparado para lo que se te viene encima! ¡Por debajo de nuestro señor Vladyron nos encontramos nosotros 3! ¡Somos la fuerza más poderosa que existe!
AZUCROWN: ...
Vladyron interviene en la disputa y trata de actuar como mediador entre los 3 Regentes y Azucrown.
VLADYRON: (sonriendo y riendo) Venga, vamos. Calmaos todos un poco. Ahora sois compañeros de equipo y hay que olvidar lo que ha pasado. Si queréis desahogaros usad este entrenamiento en el que os vais a enfrentar los 3 contra Azucrown, la única regla que os impongo es que no os matéis. Sois libres de usar todos vuestros poderes, lo único que está prohibido es el matar. Sois activos irreemplazables para la noble causa que defendemos desde hace milenios.
AZUCROWN: Como usted diga, amo Vladyron...
ÓMINA: ¿Estás seguro de esto, Vladyron? Nosotros somos 3 y él solamente 1, dudo bastante que pueda hacernos frente al mismo tiempo.
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DIVINA CONVICCIÓN II: BATALLAS DE LEYENDA
FantasíaEl bien y el mal son dos polos opuestos que siempre han estado destinados a enfrentarse eternamente. El regreso de una horrible amenaza traerá consigo una enorme cantidad de desgracias si no es detenida. Nuevas aventuras, nuevos aliados y nuevos ene...