CAPÍTULO 22: MASACRE

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RAGHNIK: ¡Bienvenido a la vida! Mi adorado Azucrown, finalmente ha terminado tu creación tras tantos millones de años.

La criatura centra su mirada en el Dr. Raghnik, mirándolo fijamente.

AZUCROWN: Azucrown... Así que ese es mi nombre...

RAGHNIK: ¡En efecto! Ahora has de seguir tu destino y lograr el propósito por el que fuiste creado.

AZUCROWN: Mi propósito... Me gustaría saber cuál es el motivo de mi creación...

RAGHNIK: Estaré encantado de contártelo: el mundo es un auténtico despropósito, gobernado por unos tiranos que imponen su régimen totalitario en este mundo y en los Universos Exteriores, haciéndonos sufrir a todos los que estamos por debajo de ellos. Tu misión es arreglar esta grave situación masacrando a los Regentes y ayudándome a ocupar su lugar para que todo prospere.

Azucrown medita la respuesta de su creador por unos momentos, cerrando los ojos. Al abrir los ojos nuevamente se dispone a responder al Dr. Raghnik.

AZUCROWN: ¿Me estás diciendo que he sido creado únicamente para que un viejo decrépito y desquiciado como tú asuma el mando del mundo? ¿Soy simplemente un títere al que vas a utilizar para lograr tu meta egoísta? Me habréis concedido la vida, pero no por eso tengo la obligación de ser vuestro esclavo y dejarme manipular por vosotros.

Raghnik siente una gran furia por lo que está escuchando.

RAGHNIK: ¿Qué acabas de decir, aberración mutante? ¡Soy tu creador y debes obedecerme sin cuestionar jamás mis órdenes! ¿Cómo te atreves a hablarle de esa manera a quien te ha otorgado la vida? 

AZUCROWN: Puedo decidir por mí mismo lo que quiero hacer. Me niego a ser una marioneta sin raciocinio para cumplir tus absurdas órdenes. Serás castigado por tu avaricia, me encargaré personalmente de ello.

Raghnik, extremadamente furioso, saca un mando del bolsillo de su bata y pulsa el botón rojo. Repentinamente los grilletes que posee Azucrown empiezan a brillar y sueltan una potente descarga eléctrica, provocando que la criatura se retuerza y aúlle del inmenso dolor que está sufriendo. El malvado doctor sonríe como un maníaco al ver la manera en la que sufre Azucrown.

RAGHNIK: ¡JA, JA, JA! ¡Ya tenía planeado que podrías revelarte contra mí, así que fui previsor y te implantamos unos discos represores que sueltan devastadoras descargas cada vez que pulso este botón! ¡No me importa lo que quieras hacer, limítate a cumplir todas y cada una de mis órdenes sin cuestionarlas!

El resto de científicos contemplan la escena sin mediar palabra, viendo cómo las descargas que liberan los grilletes de Azucrown se intensifican cada vez más, haciendo que la criatura suelte aullidos más agónicos. Mientras Raghnik sigue viendo sufrir a su creación, siente cómo su pecho es perforado por algo, vomitando sangre y dejando de presionar el botón del mando, el cual cae al suelo y es destrozado por el mutante al pisarlo.

AZUCROWN: ¿Qué ocurre, vejestorio? Ya no sonríes tanto, ¿verdad?

RAGHNIK: ¡Cough, cough! ¡Ma-maldito...!

El resto de investigadores observan con horror a su líder desangrándose rápidamente por la herida mortal que ha sufrido. Zwuang toma la iniciativa y activa el protocolo de emergencia, mientras Zarie y Zirie corren a un rincón, abrazándose aterrorizadas y a punto de estallar en llanto por el miedo.

ZWUANG: ¡Chicos, colocaos detrás de mí! ¡Activaré la emergencia! ¡Que salgan los cánidos Sentimogu!

Zwuang pulsa un botón de la pared y las jaulas del fondo de la sala subterránea se abren, liberando a 4 criaturas con aspecto de perro demoníaco modificadas genéticamente para que presenten una musculatura extremadamente desarrollada. Azucrown deja caer al suelo el cuerpo moribundo de Raghnik, y antes de que llegue a tocar el suelo lo patea con tanta fuerza que lo parte en dos, estampándolo contra una pared dejando un río de sangre a medida que desciende, muriendo instantes después.

DIVINA CONVICCIÓN II: BATALLAS DE LEYENDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora