CAPÍTULO 44: ESENCIA ABRUMADORA

8 3 0
                                    


Cuando Dragnya y Selenya se disponen a regresar al portal y contarles a todos lo ocurrido escuchan el sonido de algo masticando, sintiendo al mismo tiempo una energía maligna extremadamente intensa que les provoca escalofríos por todo el cuerpo sin que puedan evitarlo de ninguna forma. Cuando ambas jóvenes ven extenderse una sombra en el suelo por la luz de la luna alzan la vista aterrorizadas y ven al mismísimo Vladyron, quien sujeta con la mano derecha el cadáver ensangrentado y degollado de una joven, mientras que en la izquierda tiene el brazo arrancado de la mujer asesinada, mordiéndolo con placer mientras sus labios se bañan en sangre.

DRAGNYA: ¡V-Vladyron!

VLADYRON: (gira la cabeza para mirar a Dragnya y Selenya) Me alegra ver que habéis sobrevivido a una situación tan adversa. Lástima que no se pueda decir lo mismo de vuestros otros amiguitos, no valían mucho la pena si no han salido vivos.

Las palabras de Vladyron enfurecen mucho a Dragnya y a Selenya, pero sus instintos les impiden mover un solo músculo para atacar al malvado Regente Sentimogu, sabiendo de antemano que no tienen ninguna posibilidad de victoria.

SELENYA: ¿Tú eres el jefazo del Imperio Sentimogu y el responsable de todas las desgracias que llevan sucediendo tantísimo tiempo?

VLADYRON: (fingiendo sentirse dolido) Vaya, menuda hostilidad tenéis hacia mí. ¿Es así como me agradecéis que haya ahuyentado con mi energía a ese monstruo de Azucrown? Y para responder a tu pregunta, muchacha, las desgracias que suceden son solamente culpa de las propias personas que las sufren. Tanto yo como los míos nos aseguramos de que la creación siga el camino correcto y nos encargamos de eliminar a quienes ensucian el mundo con sus sucios actos.

DRAGNYA: ¿Quiénes os creéis que sois para decidir lo que está bien y lo que está mal? ¿Es así como justificas todas las atrocidades que cometéis tú y los de tu calaña?

VLADYRON: Esa es la respuesta que esperaba de un par de descarriadas como vosotras. Y pensar que Oceanus acabó siendo envenenado con vuestro modo de pensar cuando tenía que haber sido el monarca del nuevo mundo. Mucho me temo que lo habéis transtornado, aunque eso ya no importa. Yo me ocuparé de llevar a cabo el plan, Oceanus no era más que un títere al que manipulaba como quería. Su mala decisión lo llevará a la ruina, al igual que a vosotras.

SELENYA: Si eso piensas, ¿qué ha hecho esa pobre mujer para que la asesinaras a sangre fría y ahora estés devorando su cadáver?

VLADYRON: Simplemente negarse a cooperar conmigo. Me presenté amablemente en el hogar de esta bella jovencita para que me ayudaran a encontrar ciertas cosas que necesito para llevar a cabo mi plan de purificar este mundo. Como os  podréis imaginar los muy estúpidos no fueron muy cooperativos que digamos, y me vi en la obligación de eliminarlos por completo.

DRAGNYA: Grrrr... Miserable... No dejaremos que te salgas con la tuya mucho más tiempo... Acabaremos contigo y tus secuaces y arderéis en el infierno por toda la eternidad mientras sufrís el castigo por todas las maldades que habéis cometido.

VLADYRON: ¿Infierno? ¡JA, JA, JA, JA! Pobrecita muchacha ignorante. El cielo y el infierno no existen, eso no son más que fantasías inventadas por la gente. ¿Queréis saber cómo lo sé? Las personas que viven dignamente sufren tragedias sin fin, mientras que las personas malvadas hacen lo que quieren, viviendo sus vidas invadidas de placer sin recibir ninguna clase de castigo divino. El consuelo de la gente ingenua y tonta es que una vez esas personas malvadas mueran irán al infierno, qué pensamiento tan patético. Y pensar que esa creencia absurda se ha extendido a los seres divinos como vosotras demuestra lo imperfectas y estúpidas que sois.

SELENYA: Si no hay infierno como tú afirmas, ¡me encargaré de crear uno para ti! ¡Por tu culpa muchas personas han perdido la vida y muchas otras están sufriendo por vuestras maldades!

DRAGNYA: ¡NO! ¡SELENYA! ¡NO DEJES QUE TE PROVOQUE!

Selenya se lanza a por Vladyron cargando muchísima energía en la hoja de su espada. El Regente arroja al suelo el cadáver que portaba y un extraño símbolo aparece en la parte posterior de su mano, el cual detiene a la joven Estelar en seco, haciéndola caer al suelo antes de que pueda alcanzar a su enemigo y dejándola al borde de perder el conocimiento. Dragnya corre rápidamente hacia su amiga preocupada por su estado.

SELENYA: <<¿Pero qué? Cuando ha aparecido ese símbolo en la mano de ese cretino me he quedado sin fuerzas y no he sido capaz de moverme. Es como si me encontrara suspendida en el Limbo, me sentía entre la vida y la muerte>>

DRAGNYA: ¡Selenya! ¡Selenya! ¿Te encuentras bien?

SELENYA: Sí, no te preocupes...

VLADYRON: ¿Qué te ha parecido mi habilidad de sellar cuerpo y mente? Puedo neutralizar a cualquier rival que se lance a por mí. Pocas personas han podido resistir esta técnica, como los miembros de la Triple Divinidad Estelar o su maestro, el viejo Ragnvald.

SELENYA: ¡Mi abuelo! ¿Qué has hecho con mi abuelo?

VLADYRON: ¿Eh? ¿Tu abuelo, dices? ¿Eso significa que eres la mocosa que impidió a Ómina y a mis otros Regentes apoderarse del ser que necesito para ejecutar mi plan? ¡Vaya, este mundo es un pañuelo!

SELENYA: ¡Déjate de tonterías! ¡Dime dónde está mi abuelo y qué habéis hecho con él!

VLADYRON: Descuida, él se encuentra bien. Está en las mazmorras de nuestro palacio. A pesar de todas las torturas que le ha aplicado el carcelero no ha soltado prenda y se recupera en pocos segundos. No es de extrañar el por qué es considerado una leyenda a pesar de su avanzada edad. A propósito, ahora que me fijo, ¿no te he visto antes en alguna parte?

SELENYA: ¡Yo a ti no te he visto nunca, desgraciado!

DRAGNYA: Selenya, cálmate. Solamente dice tonterías al azar.

VLADYRON: ¿Al azar? ¡Qué insolente! Estoy seguro de haber visto esa mirada hace mucho tiempo atrás. Da igual, ya te lo diré en otra ocasión. ¡Escuchadme bien las dos! ¡Decidle de mi parte a Lúmina y a su atajo de perdedores que purificaré este mundo cueste lo que cueste! ¡Podéis esconder el cristal y a la criatura por ahora pero pronto caerán en mis manos!

Dragnya dispara una esfera de luz al malvado hechicero, el cual ni se molesta en esquivarla y la recibe de lleno, generándose una explosión. Instantes después la energía del ataque es absorbida por el cuerpo de Vladyron, quedando prácticamente ileso y sonriendo maliciosamente.

DRAGNYA: <<¡No puede ser! ¡He puesto toda mi energía en ese ataque y no le ha hecho nada!

SELENYA: <<¡Este tipo es un jodido monstruo!>>

VLADYRON: Bueno, será mejor que me ponga en marcha. Alguien de mi suprema categoría tiene muchas obligaciones de las que ocuparse, así que podéis consideraros afortunadas. Os doy mi enhorabuena por haber vencido a Lyo, pero cuento entre mis súbditos con guerreros muchísimo más poderosos que él, así que os aconsejo que vosotras y vuestros amiguitos os hartéis de entrenar para superaros y hacernos frente. Espero que algún día alcancéis mi nivel y podamos enfrentarnos de igual a igual. De esa forma veremos qué convicción es más poderosa, si la vuestra o la mía. Espero grandes cosas de vosotros, es por ello que os dejaré vivos un poco más.

DRAGNYA: ¡Maldito!

SELENYA: ¡No huyas, cobarde!

VLADYRON: ¡Hasta más ver! ¡JA, JA, JA, JA!

Vladyron desaparece en un instante, dejando que su maligna risa resuene como un eco durante unos segundos. Dragnya y Selenya se miran fijamente y asienten al unísono sabiendo que tienen mucho que entrenar para poder enfrentarse a Vladyron y a sus secuaces. Poco después las dos jóvenes se encargan de enterrar el cadáver de la mujer que llevaba el malvado hechicero y tras rezar por su alma emprenden el camino de regreso a casa.


DIVINA CONVICCIÓN II: BATALLAS DE LEYENDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora