DIVINA CONVICCIÓN II: BATALLAS DE LEYENDA

CAPÍTULO 4: BÚSQUEDA

Tierra Universal, Valle Desolado

Los tres Nobles siguen buscando incesantemente al sujeto X, una criatura de extraordinarias habilidades que permitirá llevar a cabo el plan maestro de Vladyron. Al llegar a la parte más profunda se puede ver como una espesa niebla impide la visión a escasos metros.

ÓMINA: Llevamos un buen rato buscando y ni rastro de esa dichosa alimaña. ¿Dónde narices puede estar?

PENUMBRA: La niebla no favorece para nada a mi bello pelo lila. Espero que esta búsqueda no se alargue demasiado o tendré que pasarme varios días arreglando mi pelo crispado.

BLACKORBION: Dejad de quejaros y centraos en la misión. Tenemos que hacer todo lo posible para capturar al sujeto X. Recordad que sin él no podremos doblegar la voluntad de los Draco como hicimos en el pasado.

ÓMINA: Es más fácil decirlo que hacerlo. ¿Y se puede saber quién te ha nombrado líder de la búsqueda?

PENUMBRA: Por una vez estoy de acuerdo con Ómina, aunque me repatee admitirlo.

BLACKORBION: Esto no es cosa de elegir líder. Simplemente es porque soy el más capacitado para que un par de crías hagan bien su trabajo.

ÓMINA: ¿Me estás llamando cría? ¿A mí? Si fuera a Penumbra podría entenderlo.

PENUMBRA: Pues una cría no tendría este busto tan marcado. Lástima que no pueda decirse lo mismo de ti, querida.

Ómina se gira con una cara en la que puede verse la mayor de las iras.

ÓMINA: ¿Qué es lo que has dicho?

PENUMBRA: ¡Ya me has oído! Otra cosa es que si estás sorda no es mi problema.

Penumbra y Ómina empiezan a discutir fuertemente mientras Blackorbion se aparta para no ser involucrado en la pelea entre las dos mujeres Sentimogu. Cuando finalmente se deciden a luchar para zanjar su disputa, Blackorbion interviene materializando sombras que las agarran del brazo para detenerlas.

BLACKORBION: ¡Escuchadme las dos de una vez! ¡Deberíais dejar de perder el tiempo con disputas absurdas! ¡Tenemos una tarea que nos ha sido encomendada por nuestro líder Vladyron!

Las palabras de Blackorbion hacen entrar en razón a Penumbra y a Ómina.

ÓMINA: Es verdad... No puedo olvidar que esto es muy importante para él.

PENUMBRA: Bien, de acuerdo. Como es una orden directa del gran Vladyron , haré el esfuerzo de soportar las impertinencias de esta cría infantil de pecho plano.

ÓMINA: ¿Qué has dicho?

PENUMBRA: ¡Lo que has oído!

BLACKORBION: ¡BASTAAAAAAA!

Ómina y Penumbra se sorprenden de la subida de tono de Blackorbion.

PENUMBRA Y ÓMINA: ...

BLACKORBION: ¡Tanto Lord Vladyron como yo estamos hartos de vuestras múltiples disputas por nimiedades! ¡No logro entender como siendo tan buenas amigas podéis empezar a pelearos con tanta facilidad!

PENUMBRA: Pero...

BLACKORBION: ¡Nada de réplicas! ¡A partir de ahora yo estaré al mando! ¡Esto es demasiado importante como para dejarlo en manos de alguna de vosotras!

ÓMINA: Está bien, seguiré tus órdenes... de momento.

PENUMBRA: El único que puede darme es Lord Vladyron, así que no te acostumbres a estar al mando. Nosotros tres nos encontramos en la misma jerarquía, pero por esta vez aceptaré que me dirijas.