CAPÍTULO 56: EL ODIO LLEVA A LA RUINA

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Girenya y Selenya continúan luchando tenazmente la una contra la otra en su combate a muerte. La Estelar al servicio del Imperio Sentimogu utiliza una amplia variedad de poderosas técnicas combinando su extraordinario dominio de la espada y el poder que le ha entregado su amo para incrementar sus habilidades. La mayoría de ellas son esquivadas o bloqueadas eficientemente por Selenya, pero algunas logran alcanzarla debido a la rapidez y versatilidad de éstas, generándole varias heridas por las que pierde una constante y alarmante cantidad de sangre.

GIRENYA: ¿Y bien? ¿Has podido darte cuenta de lo superior que me he vuelto? Simplemente he tenido que unirme al bando del Gran Vladyron para que todos puedan ver la guerrera de categoría que siempre he sido.

Girenya se acerca de manera triunfante a su rival, que yace en el suelo muy malherida tras haber recibido múltiples ataques de la vengativa Estelar. Selenya le lanza una mirada desafiante que refleja el más intenso de los desprecios, cosa que divierte a Girenya.

SELENYA: Querrás decir unirte a un tirano y convertirse en uno de sus perritos falderos. Has perdido todo tu orgullo como guerrera al haber renunciado a quien eras para cooperar con aquellos que esclavizan y hacen sufrir a los demás con sus atrocidades.

Girenya patea con fuerza a Selenya tan fuerte que la manda por los aires, chocando poco después con el robusto tronco de uno de los múltiples árboles del bosque. Tras el impacto, la joven Estelar siente cómo varios de sus huesos se han fracturado, dibujando en su rostro una mueca quejumbrosa de dolor mientras rueda hasta caer de nuevo en el suelo. Girenya vuelve a caminar lentamente hacia ella con una mirada maliciosa y burlona, agachándose cuando se encuentra a su lado y agarra a Selenya del pelo para obligarla a que le mire a los ojos.

GIRENYA: Vamos, Selenya. Sé que eres capaz de mucho más, no quiero que mueras todavía. Quiero seguir torturándote y regodeándome hasta que hayas abandonado toda esperanza de poder vencerme. No me decepciones, quiero seguir divirtiéndome un poco más a tu costa. Fíjate, me tienes muy cerca, si quisieras podrías atravesarme el corazón y acabar conmigo en este preciso instante. Je, je (señala la ubicación de su corazón con una mirada pícara). Vamos, inténtalo.

SELENYA: ¡¡AAAAAAAAAARRRRRRRRGGGGGGGGHHHHHHH!!

Selenya, con las pocas fuerzas que le quedan, empuña sus dos espadas e intenta atravesar el pecho de su enemiga, horrorizándose al darse cuenta de que las espadas no penetran la durísima piel de Girenya, quien sonríe de manera sádica.

GIRENYA: ¿Sabes? Al haberme convertido en una Sentimogu he obtenido una gran cantidad de privilegios. Podemos asimilar los atributos de aquellos a los que devoramos y desarrollar esas habilidades hasta límites nunca antes vistos. Por mucho que lo intentes jamás serás capaz de hacerme ni un solo rasguño con tu poder actual.

Selenya aprovecha que Girenya tiene la guardia baja y le da un cabezazo con todas sus fuerzas, causando que la malvada Estelar la suelte y se quede aturdida durante unos instantes mientras se lleva las manos a la cara, soltando un grito de dolor. Selenya aprovecha la ocasión y lanza un tajo doble tras haber cargado energía en los filos de sus espadas, impactando de lleno en su objetivo.

SELENYA: <<Le he dado... Pero sé que no es suficiente...>>

Girenya se ve muy molesta tras haber recibido el cabezazo a traición, clavando violentamente su espada en el suelo y ocasionando que la tierra comience a temblar. Del suelo surgen 3 ondas energéticas verticales que se dirigen a Selenya a una velocidad sin igual, las cuales son bloqueadas en el último segundo por un escudo protector creado por la tenaz heroína.

DIVINA CONVICCIÓN II: BATALLAS DE LEYENDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora