CAPÍTULO 69: PRELUDIO A LA BATALLA FINAL

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VLADYRON: ¡Romper un trato conmigo y traicionar mi confianza es un grave error que se paga con el mayor de los castigos! ¡Más os vale despediros de vuestros retoños, porque voy a reducirlos a polvo delante de vuestros ojos!

HYOMA: ¡NO! ¡CUALQUIER COSA MENOS ESO!

SYENA: ¡NO LO HAGA POR FAVOR! ¡SE LO SUPLICO!

VLADYRON: Es demasiado tarde para disculparse. Una vez se mete la pata conmigo no hay segundas oportunidades. Espero que esto os sirva de lección para el futuro y aprendáis que con el Gran Vladyron no se juega.

Sin previo aviso la tierra empieza a generar intensos seísmos que provocan que el grupo de Dragnya y las dos traficantes Sentimogu tengan dificultad para mantener el equilibrio debido a la potencia de los temblores. Al mismo tiempo en el cielo estrellado justo sobre el lugar donde se encuentra el escondite de las traficantes empiezan a originarse nubes grisáceas que a los pocos segundos generan una espiral, de la que cuyo centro empieza a emitirse una intensa luz roja.

LÚMINA: ¡Va a disparar! ¡Entrad en vuestra guarida y sacad a vuestros hijos de ahí! ¡RÁPIDO!

SELENYA: ¡Nosotros nos encargaremos de detener ese ataque! 

DRAGNYA: ¡DAOS PRISA, ANTES DE QUE SEA DEMASIADO TARDE!

HYOMA: ¡Entendido!

SYENA: ¡Gracias por vuestra ayuda!

Tanto Hyoma como Syena corren a toda velocidad hacia la entrada de su refugio, precipitándose a toda velocidad por la puerta y corriendo lo más rápido que pueden hasta la habitación subterránea en la que se encuentran los niños Sentimogu a su cuidado. 

OCEANUS: ¡Hagamos todo lo que esté en nuestra mano para proteger a esas dos granujas y a sus chiquillos de ese demente de Vladyron!

LÚMINA: Antes no perdonabas a la gente que cometía maldades y querías eliminarlos sin dudarlo. Estoy orgullosa de ti, Oceanus, has cambiado para mejor.

OCEANUS: Si están dispuestas a cambiar y asumir la responsabilidad de sus malas acciones tienen todo mi respeto. Además, yo también era malvado en el pasado y causé mucho dolor a gente inocente, ahora estoy haciendo todo lo posible para enmendar todos mis errores.

SELENYA: ¡Bien dicho! ¡Así se habla!

DRAGNYA: ¡Escuchadme! ¡Voy a desplegar mi técnica de Alquimia Blanca: Muro de Piedra Dorada! ¡Necesito que transfiráis toda vuestra energía para que pueda aguantar el máximo tiempo posible! ¿Entendido, chicos?

LÚMINA: ¡Buen plan!

SELENYA: ¡Cuenta con ello!

OCEANUS: ¡Pondré toda la energía que me queda a tu disposición!

De la espiral de nubes oscuras surge un enorme rayo de energía maligna de un intenso color rojo. Dragnya ejecuta su técnica y crea su muralla justo encima de la guarida de las traficantes, aumentando su poder y resistencia gracias a la energía que le están transmitiendo Lúmina, Oceanus y Selenya. El ataque ejecutado por Vladyron impacta contra el muro protector, generando una devastadora presión sobre Dragnya y sus compañeros, quienes tienen una enorme dificultad para bloquear el rayo de energía maligna durante mucho tiempo para proteger a las cazadoras Sentimogu y a sus hijos.

SELENYA: ¡Qué difícil es esto! ¡No sé cuánto más podré aguantar!

OCEANUS: ¡Aguantad! ¡Tenemos que protegerles a toda costa!

LÚMINA: ¡Saquemos fuerzas de flaqueza y no permitamos que el mal triunfe!

DRAGNYA: ¡AAGGHH! ¡Qué poder tan devastador!

DIVINA CONVICCIÓN II: BATALLAS DE LEYENDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora