DIVINA CONVICCIÓN II: BATALLAS DE LEYENDA

CAPÍTULO 32: ESCONDITE ESTELAR

Un vórtice se abre en el cielo estrellado de la Tierra Universal, saliendo el grupo de su interior descendiendo lentamente hasta aterrizar en la orilla de una isla aparentemente desierta.

VIDAR: ¿Dónde estamos? ¿Esto es la Tierra Universal?

SELENYA: Así es, nos encontramos en el escondite principal del ejército Estelar. Esta isla se encuentra al sur del mundo, a cientos de miles de kilómetros de tierra firme. Para evitar que sea encontrada todo el lugar se encuentra rodeado por una barrera mágica que la hace pasar desapercibida.

LÚMINA: Todo está tan oscuro y sombrío... La única luz que hay es la de las estrellas que adornan el firmamento... Puedo sentir y oír el sufrimiento y la agonía que le han traído Vladyron y sus compinches a este pobre mundo y a todos sus habitantes...

BRISA: Wow, Selenya... Cuando decías que este lugar carecía de luz y de color no exagerabas para nada...

DRAGNYA: <<Al fin estamos aquí... Lo estaba deseando por tanto tiempo... Seguro que en este mundo encuentro las respuestas que busco...>>

De repente múltiples soldados Estelares salen de los alrededores y rodean al grupo apuntando con sus lanzas y los miran de manera amenazante.

SOLDADO: ¿Quiénes sois y qué queréis? ¡Identificaos u os eliminamos aquí y ahora!

Forestion se acaricia el bigote mientras múltiples lianas surgen del suelo para arrebatarles el escudo y la lanza a todos los soldados que han rodeado al grupo, dejándolos desarmados y vulnerables a cualquier ataque.

FORESTION: ¡Qué impetuosidad tenéis los jóvenes de hoy en día! ¿Así es cómo se recibe por aquí a vuestros nuevos aliados? ¡Vaya tela!

SOLDADO: ¿Aliados? ¿Pretendes que nos creamos semejante mentira?

SELENYA: Dice la verdad. Vienen conmigo y van a ofrecernos su ayuda para derrocar la tiranía del Imperio Sentimogu y devolver la luz y la paz a este mundo.

Selenya sale del grupo para que los guardias puedan verla, los cuales se arrodillan inmediatamente ante ella extremadamente nerviosos.

SOLDADOS: ¡Co-comandante Selenya! ¡Sentimos mucho haber intentado atacar a su gente de confianza! ¡Perdónenos, por favor!

SELENYA: No es necesario que os disculpéis. Simplemente estabais haciendo vuestra labor de vigilar la isla. Si no os importa me gustaría que nos llevarais a hablar con la anciana Olezya, tenemos cosas muy importantes de las que hablar. Levantaos y guiadnos hasta su encuentro.

Los soldados tras las palabras de Selenya se levantan en un instante, procediendo a guiar al grupo hasta el refugio Estelar de la isla. Dragnya y los demás son conducidos por los guardias a las profundidades de la remota isla, avanzando por la selva que la cubre.

SOLDADO: Perdone mi osadía, comandante. Pero me gustaría saber algo.

Selenya mira al guardia con seriedad pero le responde de manera cortés.

SELENYA: Dime, recluta. Soy todo oídos.

SOLDADO: ¿Quiénes son las personas que la acompañan?

SELENYA: La bella mujer de cabello largo es Lúmina, una de los 3 miembros de la Triple Divinidad Estelar, y el resto son el Escuadrón Nova, los leales guerreros de Lúmina que han estado combatiendo a los Sentimogu en los Universos Exteriores durante todo este tiempo.

Al escuchar esto el soldado se queda sin habla y el resto voltean sin dar crédito a lo que acaban de escuchar.

SOLDADO: ¡¿Lúmina?! ¡¿Y el Escuadrón Nova?! Creía que eran una leyenda, no me lo puedo creer.

De repente todos los soldados se arremolinan alrededor del grupo con los ojos llenos de admiración y esperanza. Dragnya y el resto no saben cómo reaccionar ante tan imprevista situación, a excepción de Flamor, cuyo ego crece al recibir tanta atención.

FLAMOR: Je, je, je... No os preocupéis. Ahora que los héroes están aquí esos indeseables del Imperio Sentimogu no os causarán más problemas. Podéis contar con ello sin dudarlo.

Los soldados vitorean a Flamor, mientras Voltion se aparta un poco del escándalo y les susurra a Earthion y a Dragnya unas palabras sin que nadie se dé cuenta.

VOLTION: Este cenutrio en su línea, nunca va a cambiar por lo que se ve.

EARTHIUS: Eso parece, lleva en ese plan toda la vida.

DRAGNYA: (ríe) Ya sabemos cómo es Flamor. Es alguien peculiar.

Selenya carraspea y todos los soldados vuelven a la formación, incluyendo a Flamor que cierra el pico inmediatamente por el miedo que le tiene a la joven Estelar. Mientras dura la caminata, Lúmina y los miembros del Escuadrón Nova van charlando con los soldados, haciendo buenas migas entre ellos. Tras media hora de caminata, el grupo llega a la orilla de un río en el que se encuentra una gigantesca catarata.

SELENYA: ¿Esta es la entrada secreta?

SOLDADO: Correcto, comandante. Me dispondré a abrirla ahora mismo.

El soldado Estelar toca la pared de roca en un sitio concreto y aparece un círculo blanco con varias runas antiguas grabadas en él. El soldado comienza a girar las 3 partes del círculo hasta que encajan en un misterioso grabado. Sin previo aviso se produce un breve seísmo que coge por sorpresa a Lúmina y a los miembros del Escuadrón Nova, el cual a los pocos segundos se detiene.

LÚMINA: ¿Qué ha sido ese temblor?

SOLDADO: No hay de qué preocuparse. Es la señal de que la puerta ha sido abierta.

BRISA: ¿La puerta?

SOLDADO: Así es. En la parte más profunda de la gruta que se halla tras esta cascada se ha abierto el portal que conecta con nuestro escondrijo.

LYA: Alucinante...

TIGER: Jua, jua. Un misterio interesante, este sitio va a gustarme más de lo que pensaba.

SOLDADOS: Seguidnos, por favor.

Todos emprenden de nuevo la marcha y se adentran en la gruta oculta tras la potente y majestuosa cascada. Tras unos minutos caminando y soportando la abundante humedad del lugar se alcanza el lugar más profundo, en el que se halla un portal de color violeta.

SARGENTO: Aquí estamos. Cruzad sin miedo y llegaréis a nuestro escondite. Os estaremos esperando al otro lado, lo único que falta para llegar es una breve travesía en barca.

Los soldados Estelares van entrando uno por uno en el portal. Dragnya es la primera en cruzarlo, lanzándose inmediatamente después, seguida de Lúmina y Selenya. Los miembros restantes van turnándose para cruzar la entrada, y cuando el último de ellos atraviesa el portal desaparece como por arte de magia sin dejar ningún tipo de rastro.

DRAGNYA: Qué cueva tan preciosa. Este lugar me transmite mucha paz.

UMBRÍA: Es verdad, pienso igual que tú.

OCEANUS: ...

El sargento Estelar les señala a los presentes el lugar en el que se encuentran atadas las barcas para cruzar el Sendero Índigo, un río subterráneo que conecta con la ciudad que funciona como el cuartel general del Ejército Estelar en la Tierra Universal. Cuando todos se han subido a la barca los soldados comienzan a remar con brío.