DIVINA CONVICCIÓN II: BATALLAS DE LEYENDA

CAPÍTULO 12: UNA JOVEN EN UN MUNDO DESCONOCIDO

Selenya viaja por el espacio-tiempo durante algunas horas, preguntándose por la suerte que habrá corrido su abuelo Ragnvald tras haberse quedado solo peleando contra los despreciables Sentimogu que habían atacado su escondite y matado a sus compañeros.

Repentinamente se vislumbra la salida del túnel, pero antes de que la joven la alcance es atravesada por múltiples arpones de oscuridad que le perforan varias partes del cuerpo, provocando que se retuerza de dolor y al atravesar el final del túnel caiga malherida desde el cielo en un claro de un bosque del lugar al que ha sido enviada.

SELENYA: Orgh... ¡Maldición! ¿Quién ha lanzado ese ataque? Estoy al límite de mis fuerzas... ¿Dónde estoy? ¿Estará bien el abuelo? No puedo mantenerme consciente mucho más tiempo...

Selenya se desploma en el suelo del claro, formándose un charco de sangre que va extendiéndose poco a poco. Mientras tanto, en el palacio de los Regentes Sentimogu, Vladyron felicita a Ómina por haber alcanzado a la guerrera Estelar con su mortífero ataque mientras viajaba por el espacio-tiempo.

VLADYRON: ¡Ja, ja! ¡Buen trabajo, Ómina! Menuda puntería, le has dado justo antes de que terminara de viajar por el espacio-tiempo. Hace falta mucha precisión para eso, estás haciendo muy buen uso del don que te otorgué.

ÓMINA: Gracias, Vladyron. Ha sido una manera de probar este nuevo poder tan increíble que nos has confiado.

VLADYRON: ¿Has llegado a matarla?

ÓMINA: No, sobrevivirá... Se les ha escapado a Penumbra y a Blackorbion y les he dado la oportunidad de que la maten personalmente más adelante. Además, constituye una pieza del tablero de juego.

VLADYRON: Je, je. ¡Bien dicho! ¿Y qué hay de Penumbra y de Blackorbion?

ÓMINA: En estos momentos se están enfrentando al Guerrero Legendario Ragnvald, y parece que la batalla está de lo más igualada aunque se hayan transformado en sus formas más poderosas, Vladyron.

VLADYRON: Ese viejo incluso después de tantos eones sigue dando mucha guerra, muy interesante. Aún os hace falta un poco más de tiempo para extraer todo el potencial de los dones que os he entregado. Bueno, ponte cómoda, Ómina, vamos a ver la batalla.

ÓMINA: De acuerdo, Vladyron.

Vladyron crea una esfera de energía cristalina en la que se puede ver la cruenta batalla que está teniendo lugar entre el Estelar Ragnvald y los Sentimogu Blackorbion y Penumbra. El maligno ser sonríe de forma diabólica mientras presencia el combate entre sus compañeros y su enemigo.

VLADYRON: Esto sí que es digno de ver. No hay nada que me alegre más la vista que presenciar una buena contienda a muerte.

ÓMINA: ¿Crees que Blackorbion y Penumbra saldrán vivos de ese combate contra el poderoso Ragnvald? Espero que no les derrote, porque de ser así perderíamos dos importantes aliados para la ejecución de nuestros planes.

VLADYRON: Descuida, Ómina. El nivel de jaodyoru de ambos bandos es casi el mismo, pero confío ciegamente en que esos dos derrotarán a ese viejo y conseguirán el Cristal que tanto necesitamos para dominar a los Draco y poder purificar este mundo manchado por las aberraciones de la creación.

ÓMINA: Completamente de acuerdo contigo. Si las alimañas que manchan la belleza de este mundo con su mera presencia desaparecieran sería mucho mejor. Deberán permanecer como parte de los elegidos que tú decidas que merecen tener un mañana.

VLADYRON: En efecto. Si son masacrados al menos que prevalezcan como parte de los elegidos. Es por eso que llevamos toda la vida devorando sus almas y teniéndolos como comida en criaderos y en la naturaleza. No merecen otro destino y aceptarlo sin más dilación.