CAPÍTULO 34: UN NUEVO HOGAR

5 3 0
                                    


Conforme las barcas van avanzando por el río subterráneo se vislumbra una luz cada vez más intensa. Al salir de la gruta se puede ver una enorme ciudad blanca de una belleza extraordinaria, dejando a muchos de los forasteros verdaderamente anonanados.

BRISA: Menuda belleza... Es increíble...

VIDAR: ¡Ya te digo! ¡Este lugar es fantástico!

VOLTION: ¿Y cómo puedes saberlo si es la primera vez que estás en este lugar?

FLAMOR: Muy bonita la ciudad, aunque a mí tanto amarillo no me termina de convencer.

SARGENTO: Eso tiene su significado.

DRAGNYA: ¿Podría contárnoslo? Si no es demasiada molestia, por supuesto.

SARGENTO: Lo haré encantado. Veréis, cuando esta ciudad fue construida hace cientos de millones de años para gestionar las Fuerzas Estelares el color amarillo fue el elegido para que todos sus lugares representaran la luz, la esperanza y la paz.

SELENYA: Una verdadera lástima que el mundo exterior no sea de la misma manera y se encuentre bajo el yugo de los Regentes. Cada día muere un devastador número de personas. Hay que cambiar esta situación de una vez por todas... No podemos dejar que nadie más sufra...

Las barcas llegan a la orilla de la ciudad y múltiples lugareños los reciben, rápidamente reconociendo a los forasteros que acaban de llegar a su ciudad, vitoreándolos y recobrando la esperanza que habían perdido hace tantos siglos atrás. Cuando el grupo llega a la plaza deciden separarse para explorar la bella ciudad y conocer a la gente del lugar, mientras Lúmina y Selenya se dirigen a la casa de la sabia Olezya guiadas por el Sargento Estelar. Cuando llegan a la casa de Olezya el Sargento toca la puerta esperando la respuesta de la anciana.

SARGENTO: ¡Venerable Olezya! Solicito que me preste un poco de su valioso tiempo. Hay dos personas que quieren hablar con vos.

La anciana que se halla en el interior de la casa se encuentra intentando descifrar antiguos manuscritos de la antigüedad. Es una mujer de piel algo morena y arrugada, de pelo gris recogido en una coleta, portando también un parche que recubre el lugar donde debería estar su ojo izquierdo. Su vestimenta se compone de un kimono de color plateado decorado con múltiples símbolos de flores. La mujer se siente frustrada al no ser capaz de sacar nada en claro de los manuscritos y responde de mala manera al Sargento Estelar.

OLEZYA: ¡ESTOY OCUPADA! ¡QUIEN QUIERA QUE SEA PUEDE ESPERAR HASTA QUE TERMINE DE DESCIFRAR ESTOS TEXTOS ANTIGUOS!

SARGENTO: ¡Pero Doña Olezya...!

OLEZYA: ¡ESTÁ CLARO QUE NO VAS A PARAR HASTA QUE VEA A ESAS PERSONAS! ¡BIEN! ¡ACABEMOS RÁPIDO CON ESTO!

La anciana abre ligeramente la puerta con su energía para que Lúmina y Selenya puedan entrar. El Sargento se despide de ellas mientras le agradecen su ayuda para encontrar la casa de Olezya.

SARGENTO: Bueno, he de volver a mi puesto. Ha sido un placer ayudaros a encontrar a la venerable Olezya.

LÚMINA: Agradecemos mucho tu ayuda, sargento.

SELENYA: Lo mismo digo, gracias.

SARGENTO: Hasta luego.

El sargento se marcha y Lúmina y Selenya entran en la casa de la sabia de la ciudad.

SELENYA: Con permiso, Doña Olezya.

Olezya tiene la sensación de haber escuchado antes la voz que le ha hablado desde la puerta de su casa, aunque no logra recordar a quien pertenece esa voz mientras le da un sorbo a su taza de té. Unos instantes después tanto Lúmina como Selenya llegan a la habitación donde se encuentra Olezya.

OLEZYA: Bien, veamos qué queréis para que pueda seguir con mi investigación, ¿vale?

Cuando Olezya voltea para ver quiénes son sus visitantes se sorprende muchísimo al ver tanto a Lúmina y a Selenya, dejando caer su taza haciéndose añicos al entrar en contacto con el suelo de la habitación, sintiendo una profunda alegría de ver a ambas mujeres tras tanto tiempo a salvo de las garras Sentimogu.

LÚMINA: Hola, Olezya... No has cambiado nada en todo este tiempo...

SELENYA: Hola, yaya...

De repente del ojo de Olezya empiezan a surgir lágrimas de alegría que se deslizan por su rostro sin que ella pueda hacer nada para evitarlo. Tanto Lúmina como Selenya se acercan a la anciana para tratar de consolarla abrazándola.

LÚMINA: Has estado dirigiendo de la manera más extraordinaria posible a todos nuestros compañeros en nuestra lucha contra el Imperio. Ya no tienes de qué preocuparte, estamos aquí para ayudarte a que todos podamos vivir en paz y armonía.

OLEZYA: Pensaba que... Snif... os había perdido a las dos... Lúmina, cuando los Sentimogu te capturaron en los Universos Exteriores creía que era el fin... Y Selenya, tras la captura de Ragnvald pensaba que habían acabado contigo esos desalmados de los Regentes... Me alegro mucho de veros a las dos...

SELENYA: Ya puedes dejar de llorar, yaya Olezya. No hemos venido solas, hemos traído con nosotras a muchos aliados que nos ayudarán a salvar a todos nuestros seres queridos y acabar con la tiranía que ejercen los malvados Regentes Sentimogu y traer de vuelta a la vida a todas sus víctimas con el poder de los Draco.

LÚMINA: Así es, trabajando todos juntos nos convertiremos en un potente viento que derribará cualquier muro que se nos ponga por delante.

Olezya tras unos minutos se seca las lágrimas y respira profundamente.

OLEZYA: Bien, en ese caso tenemos mucho por hacer. Hay que empezar a coordinarse para que nuestras operaciones a gran escala sean todo un éxito. No podemos perder ni un solo instante, el tiempo va en nuestra contra y cada segundo que pasa millones de seres sufren.

SELENYA: ¡Estamos a tus órdenes!

LÚMINA: Esta es la Olezya que conozco. Siempre tan planificadora y sabia como siempre, una líder nata para todos nosotros.

OLEZYA: (sonríe) Agradezco mucho tus palabras, pero no puedo compararme con el liderazgo que ejercíais sobre las tropas tú y los otros dos miembros de la Triple Divinidad Estelar. Haremos que los tiempos felices vuelvan y que esta horrible pesadilla acabe de una vez por todas.

Repentinamente se escucha el estruendo de una devastadora explosión en una sección de la ciudad, al mismo tiempo que los gritos de terror de los ciudadanos, seguidos de un siniestro y agudo relincho. Las tres mujeres al salir de la casa ven un incendio en la zona sur y a múltiples lugareños del lugar.

SELENYA: ¿Un ataque? ¿Pero cómo...?

DIVINA CONVICCIÓN II: BATALLAS DE LEYENDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora