Narra Jess.
Una semana había pasado desde el incidente con los gemelos en mi casa. Unos días después entendí toda la conversación con Ryan, al principio sentía lástima e incluso tristeza, ahora mismo lo único que quiero con todas mis fuerzas es que se pierda y no vuelva jamás. Digamos que el Ryan ''tierno'' que conocí, no era el verdadero Ryan. Y tengo ahora mismo justo a dos metros al verdadero Ryan: egocéntrico, mujeriego y un completo gilipollas. Cualquiera se preguntaría que si es así, por qué estoy a simplemente dos metros suyos, eso tiene una explicación muy lógica, el muy imbécil ha hecho que me castiguen y obviamente, él también está castigado. ¿Mi mayor temor ahora mismo? Que me viole aquí mismo, porque no deja de mirarme de arriba a abajo con descaro, sonríe como si fuese el rey del mundo y para darle más emoción al asunto. ¡Somos las únicas personas castigadas y no hay ningún profesor con nosotros! A mi me va a dar algo.
-Esos pantalones te sientan jodidamente bien... -Se pasó la lengua por sus labios y empecé a ponerme nerviosa.
-Que pena no poder decir lo mismo.
-No lo dices, pero lo piensas... -Se fue acercando a mi lentamente y yo quedé paralizada. -Reconócelo, te mueres por mi Jessica. -Dijo con un susurro en mi oído.
-Tienes razón, pero no muero por ti, muero por darte un hachazo en la cabeza. -Le sonreí con una mueca de asco y él se rió.
-No pensabas lo mismo hace una semana.
-Es que hace una semana no eras así.
-¿Así cómo? ¿Sexy, caliente, perfecto?
-Gilipollas. Eso eres. Gilipollas. Ryan, has cambiado.
-Yo no he cambiado, siempre he sido así cariño, solo que no te has dado la oportunidad de conocerme.
-Pues menos mal que no.
-Mmm... tendré que hacer algo para matar el tiempo. Estaremos aquí una hora y solo llevamos cinco minutos... Estaremos solos... -Ryan me miró con una mirada demasiado pervertida y se me pusieron los pelos de punta.
-Atrévete a tocarme y te castro. ¿Entendido?
-¿Por qué eres tan agresiva? -Se sentó a mi lado y me rodeó con sus brazos, intenté soltarme pero era imposible, tiene mucha más fuerza que yo.
-Suéltame Ryan.
-No quiero.
-Suéltame.
-Te soltaré con una condición.
-¿En serio crees que me harás chantaje para que me sueltes? Já. No me hagas reír. -Me apretó mucho más fuerte y acercó su cabeza a la mía. -¿Qué condición?
-Que me des un beso. -Me reí tan fuerte que creo que pudo oírme hasta Tyler desde su casa. Ay Tyler... te echo de menos. Tú que eres el gemelo majísimo de los dos y va y me toca quedarme encerrada en una clase con un imbécil.
-No pienso darte un beso.
-¿Por qué no? Te mueres por probar mis labios.
-No alucines.
-¿Y si te obligo a que me beses a la fuerza?
-Dos no se besan si uno no quiere.
-Oh cariño, si yo quiero claro que me vas a besar, incluso si tú no quieres.
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¡Piérdete! -EDITANDO
HumorJessica Scott es una chica que está acostumbrada a pasar el día sola y tranquila. La mayoría de las veces se siente mal porque nadie la toma en cuenta, pero todo cambia cuando dos chicos llegan a cambiar su vida, uno de ellos la va a seguir a todas...