¡Piérdete! -EDITANDO

Epílogo.

Narra Jess.

Tengo la cabeza apoyada en las piernas de Ryan mientras que él me acaricia el pelo suavemente.

- Huele a vainilla.

- Mi champú es de vainilla.

- Lo sé. -Me sonríe.

Quien iba a decir que después de siete años las cosas serían tan... así.

Sonrío mirando al frente donde tengo un cuadro con una foto nuestra hace un par de meses. Definitivamente, fue el mejor día de mi vida.

- Cada vez que miras de esa forma el cuadro de nuestra boda no sé qué pensar. -Dice riéndose.

- Estoy contenta.

- ¿Por qué? -Pregunta con diversión.

- Cuando nos conocimos y empezamos a salir, bueno, te quería e imaginaba un futuro contigo, pero jamás pensé que ese futuro se fuese a hacer realidad en algún momento. -Digo con una sonrisa.

- Jamás podré olvidar todas las cosas que hemos hecho juntos. -Dice riéndose.

- Explícate. -Digo extrañada por su risa.

- ¿Te acuerdas cuando te pedí que te casaras conmigo? -Y empieza a reírse. -¿O la vez en la que hicimos el... -Le tapo la boca y me sonrojo. Este chico no cambia.

- Déjalo. -Digo riéndome.

- Siete años juntos y todavía te sonrojas cuando hablo de tu primera vez. -Lo miro mal. -No me mires así, fue muy divertido.

- Alguien debería darme un premio por aguantarte durante tanto tiempo. -Digo y me levanto de sus piernas para sentarme a su lado.

- Si quieres te lo doy yo cuando quieras... -Dice y empieza a dejarme besos por toda la cara mientras me río.

- Eres un idiota.

- Pero solo tuyo. -Dice y me guiña un ojo.

Nos quedamos mirándonos unos segundos y él me coge de la mano. Hasta que escuchamos un golpe en la entrada y nos levantamos asustados.

- ¿Qué ha sido eso? -Digo preocupada.

- No lo sé. -Dice de igual forma.

Nos acercamos a la puerta del salón para mirar que ha sido y...

- ¡Adivinar quien ha llegado para que empiece la fiesta! -Dice un Tyler muy bronceado entrando por la puerta. -Oh, hola cuñada, no me mires así, sé que estoy tremendo con este bronceado pero por favor, disimula delante de tu marido.

Empiezo a reírme y me tiro hacia él para abrazarlo con fuerza.

- Te he echado mucho de menos. -Digo y él me abraza sacudiéndome y me río por la sensación de mareo que eso me provoca.

- Yo a vosotros también, pero ha valido la pena, ahora estoy más bueno que mi hermano. -Dice y me suelta dándome un beso en la mejilla.

- ¿De qué vas? -Dice Ryan y ambos empiezan a reírse.

- Los veinticinco años os sientan muy mal. -Digo riéndome y negando con la cabeza.