Narra Jess.
Iba sentada en la moto detrás de Ryan, he de reconocer que al principio me asusté un poco, pero no es la primera vez que me subo a una moto con él, además, yo confío en él. Íbamos pasando calle tras calle y me moría de ganas por saber a dónde me llevaría. Porque sinceramente, me da igual donde vayamos mientras que estemos juntos... ¿Ha quedado muy cursi? Probablemente sí. Dobló a la derecha y me agarré más fuerte a él haciéndolo reir.
-No tengas miedo Jess...
-No tengo miedo... -Já, ni yo me creía eso.
-No dejaría que te pasase nada, jamás. -Dijo mirándome por el espejo retrovisor.
-Lo sé. -Me sonrió y le devolví el gesto.
Volvió el silencio, pero no era incómodo, al contrario, iba abrazada a Ryan y en ese momento no quería nada más que eso. Empecé a escuchar cómo alguien me llamaba por teléfono, pero aún así, no lo cogí. Primero, porque voy en una moto. Segundo, no quiero cambiar de posición con lo bien que estoy así. Poco a poco la moto fue parando y me di cuenta de que ya habíamos llegado al restaurante. Desde fuera es increíble. Así que no me lo quiero imaginar por dentro. Será perfecto. La comida será perfecta. La cita será perfecta. Bajé de la moto con la ayuda de Ryan y le di el casco que llevaba puesto. Miré mi móvil y la llamada había sido de Tyler, que después de llamarme, me había dejado un mensaje. ''Jess, no será una cita perfecta, pero pase lo que pase, no debes preocuparte, todo irá bien.'' En el momento en que leí lo de que no debía preocuparme, ya me empecé a preocupar.
-¿Va todo bien? -Me preguntó Ryan preocupado.
-Sí, todo bien. -Le contesté.
-¿Vamos?
-Sí. -Le sonreí y me abrazó de lado, y así entramos juntos al restaurante.
-Bienvenidos, ¿mesa para dos? -Un chico nos atendió nada más pisar la puerta.
-Sí, por favor. -Contestó Ryan.
-Síganme. -Seguimos al chico hasta llegar a una mesa que estaba más apartada del resto. -Cuando sepan que van a tomar, avísenme.
-En realidad, ya lo sabemos. -Dijo Ryan.
-Fantástico, ¿qué desean para beber?
-Agua, por favor. -Dije muy nerviosa.
-Agua para mí también. -Ryan me miraba sonriente y juraría que es porque le hace gracia verme tan nerviosa.
-¿Y para comer?
-Raviolis, para ambos. -Dijo Ryan.
-Está bien, enseguida vuelvo con sus pedidos.
-Gracias. -Ryan volvió su mirada hacia mi. -¿Nerviosa?
-Un poco.
-No muerdo.
-Ya...
-A no ser que tú quieras.
-¡Ryan! -Le reproché.
-Era broma, era broma. -Dijo riéndose.
-Más te valía... -Dije haciéndome la indignada.
-¿Te he dicho alguna vez que estás muy guapa cuando te enfadas?
-No sé.
-Claro que lo sabes.
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¡Piérdete! -EDITANDO
UmorismoJessica Scott es una chica que está acostumbrada a pasar el día sola y tranquila. La mayoría de las veces se siente mal porque nadie la toma en cuenta, pero todo cambia cuando dos chicos llegan a cambiar su vida, uno de ellos la va a seguir a todas...