Narra Ryan.
¿Cómo coño he podido caer tan bajo? ¡Cuando le pregunté que si estaba saliendo con Austin me dijo que no, en mi puta cara! ¿Y ahora esto? ¿Justo en el momento en el que le iba a pedir que si quería quedar conmigo más veces, cuando pretendía hacerle saber que me gusta? ¡Esto tiene que ser una maldita broma! ¡Todo este tiempo se ha reído en mi puta cara! ¿¡Quién mierda se cree que es!? Me encontraba de nuevo tirado en el sofá del salón boca arriba con toda la mala leche del mundo, y lo peor de todo es que no estoy enfadado con ella, estoy enfadado conmigo mismo por no poder enfadarme con ella, porque la quiero demasiado como para enfadarme. Aunque ahora mismo me siento completamente perdido, no sé qué hacer, qué decir, qué pensar... no sé nada. Pero es que no entiendo por qué me mintió, es decir, ¿por qué tuvo que hacerlo?
-¿En qué piensas? -Pego un bote en el sofá y me giro para ver a Tyler.
-En algo...
-Yo creo que más bien en alguien... ¿no?
-Lárgate.
-No, no me largo, porque resulta que vivo aquí. ¿Qué ha pasado en la cita con Jess?
-No lo sé.
-¿Qué has hecho mal?
-Nada, o eso creo. -Estaba demasiado confundido como para contestar un interrogatorio por parte de mi hermano, pero sin embargo, empecé a responder sus preguntas, a ver si de ahí, yo conseguía sacar respuestas para mi mismo.
-¿Se ha ido?
-Más o menos... -Sentía ganas de vomitar por el hecho de recordar como Austin le decía ''mi amor'' o cómo se la ha llevado alejándola de mi.
-¿Se ha ido sola?
-No...
-¿Con quién se ha ido?
-Con... Con Austin. -Me tiré boca abajo en el sofá y Tyler suspiró.
-Bueno, no tienes que preocuparte por él, ¿no?
-Claro que no, el hecho de que llame ''mi amor'' a Jess, el hecho de que me agradeciese por cuidar a su novia, que va, no debo preocuparme de nada. -Empezaba a alterarme y no me gustaba la forma en la que acabaría esto.
-¿Se la llevó así sin más?
-Sí.
-¿No te despedistes de ella?
-¡En despedirme era en lo único que no pensé en ese momento! ¡Se la estaba llevando! ¡Justo en el momento en el que pensé que me armaría de valor para decirle que la quiero! -Volví a apoyar la cabeza en el sofá para que Tyler no pudiera verme.
-¿Estas celoso?
-¿Celoso de ese tío? ¡Pero si es un imbécil que no vale nada!
-¿Seguro que no estás celoso? Imagínate, Austin es la única persona en el mundo que puede besar a Jess, abrazarla, tocarla, oler su perfume, tocarle el pelo, pasar mucho tiempo con ella... -No sé cómo ni cuándo acabé teniendo a Tyler pegado contra la pared agarrado del cuello.
-Cállate. -Estaba muy enfadado, muy muy enfadado. Y Tyler se reía por la situación, lo que me daba más ganas de matarlo.
-Contesta entonces, si no quieres que lo reconozca yo. ¿Estás celoso?
-¡Sí, joder, estoy celoso! ¡No entiendo por qué lo prefiere a él antes que a mi! ¡La hice reír todo el jodido tiempo que estuvimos juntos, la invité a comer, fui yo mismo! ¿Por qué lo sigue prefiriendo a él? -Fui soltando mi agarre de Tyler poco a poco y me di cuenta de que mi orgullo había salido demasiado dañado de esta situación. - Intenté hacerlo todo bien... Y nada ha salido bien. -Lo dije como un susurro que solo pudiese escuchar Tyler y terminé de soltarlo del todo para después irme corriendo a mi habitación. Vaya Ryan, que maduro. Huir de tus problemas.
Supongo que lo único que puedo hacer es encerrarme en mi habitación todo el día, dormir y si eso bajar a cenar algo, pero creo que por hoy ya ha sido suficiente.
Unos golpes en la puerta de mi habitación hacen que me sobresalte, me había quedado dormido. ¿Las once? Entonces, supongo que será Tyler, aunque vaya si se ha tenido que volver educado como para pegar en la puerta. Abro la puerta y lo que sí que tengo que abrir son los ojos de la sorpresa al ver que no es Tyler, que es Jessica. Me contengo de inmediato y pongo una mirada fría al recordar lo que ha pasado horas atrás.
-Esta no es la habitación de Tyler. -Dije secamente.
-Yo... te estaba buscando a ti.
-Pues ya me has encontrado, adiós. -Le iba a cerrar la puerta en las narices pero puso el pie y no pude cerrarla, no me quedó otra que abrirla de nuevo.
-¿Algo más?
-Quiero hablar contigo.
-Yo no quiero hablar. Mejor dicho, no quiero hablar contigo. -Veo como el dolor y la decepción cruzan por su cara, y eso hace que me ablande un poco, pero tengo que seguir manteniendo esta postura de ''me das igual'' para no echarme a llorar aquí mismo.
-Necesitamos hablar. -Los ojos le brillaban mientras trataba de no llorar.
-No, Jessica, no necesitamos hablar. Lo único que quieres es volver a mentirme, ¡me mentiste! Y yo confié en ti. Nunca había confiado tanto en alguien como lo hice en ti, y sin embargo, me mentiste. ¿Por qué Jessica? ¿Por qué?
-No me digas Jessica.
-¿Y cómo quieres que te llame?
-Jess, siempre me llamabas Jess, nunca me habías dicho Jessica. Por favor Ryan, tienes que escucharme.
-Pero es que yo creo que ya he escuchado demasiadas mentiras por hoy. Inténtalo otro día. Buenas noches, Jessica. -Al decir esto último, se le escapó la primera lágrima y cerré la puerta antes de arrepentirme de todo.
No puede hacerme esto, no puede venir a mentirme de nuevo, ella no es así. ¿Qué me está pasando? Yo era el típico chico que no se enamoraba nunca. No me puedo enamorar de ella. ''Pero ya lo estás.'' Me recuerda mi conciencia y eso hace que me duela un poco más el pecho. ¿Esto es lo que se siente cuando se tiene el corazón roto? Porque sinceramente, no se lo deseo a nadie. Sé que ambos dolores no tienen comparación, pero me siento como cuando perdí a mi madre, no quiero pasar por aquello otra vez, por favor no... Ahora sí que sentía como las lágrimas se me empezaban a acumular en los ojos, pero no me permitiría llorar. No voy a llorar. No puedo hacerlo, no... no vale la pena. Abro la puerta esperando que se haya ido, y efectivamente, ya no está. Bajo a la cocina a por un vaso de agua y miro en la nevera a ver si hay algo que me interese para comer. Al ver que no, vuelvo a cerrarla, me bebo el vaso de agua de golpe, y vuelvo a subir a mi habitación, para seguir durmiendo... Y para seguir soñando con una chica morena que ha conseguido hacerme perder la cabeza en muy poco tiempo...
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¡Piérdete! -EDITANDO
HumorJessica Scott es una chica que está acostumbrada a pasar el día sola y tranquila. La mayoría de las veces se siente mal porque nadie la toma en cuenta, pero todo cambia cuando dos chicos llegan a cambiar su vida, uno de ellos la va a seguir a todas...