Narra Jess.
Haré un trabajo con Tyler Adams, haré un trabajo con Tyler Adams... Iré a su casa, iré a su casa... ¿Qué por qué repito las cosas dos veces? ¡Porque estoy atacada de los nervios! No me tengo que arreglar, pero tampoco quiero ir hecha un desastre, si al menos tuviese una amiga que me ayudase con estas cosas. Bien... Jessica tranquila, piensa. Tienes la cabeza para algo, piensa... ¡Ya sé! Vuelvo a abrir mi armario y busco el vestido blanco que me regaló una tía mía hace un año. Es de tirantes y es ancho, ya que no me gusta la ropa ceñida o al menos, no demasiado. Y es sólo un par de centímetros por encima de las rodillas. Me pongo también unas sandalias blancas, ¡día del color blanco, yuju! Y bajo a la cocina a esperar a que Tyler pase a buscarme. Se me olvida algo y no me acuerdo de lo que es... Suena el timbre y salgo corriendo hacia la puerta. Al abrirla casi me caigo de espaldas, no, no es que sea torpe, bueno, no tanto. Pero es que si tienes a un chico así en tu puerta que va vestido de una manera que te entran ganas de... ¿Desde cuándo yo tan pervertida? No me reconozco. Creo que si fuese un dibujo animado, tendría corazones en lugar de ojos.
—Vaya, Jessica... estás muy... guapa. —Me mira de arriba a abajo y me está empezando a poner un poco nerviosa.
—Eh... yo... gracias. —Me sonríe y me tiende la mano. La cojo y me saca de mi casa, cierro la puerta y... mierda, viene en moto.
—No pongas esa cara de horror, si es por el vestido, puedes sentarte de lado, si es por miedo, tendré muchísimo cuidado, mientras que estés conmigo no te va a pasar nada. —Me sonríe transmitiéndome confianza y asiento. Se sienta en la moto y yo copio su acción sentándome tras él.
—Nunca me había montado en una moto.
—¿Nunca?
—Que yo recuerde no.
—Bueno, pues agárrate y disfruta, vas a ver que te va a encantar.
Arranca y tal y como dijo va con cuidado y no demasiado rápido. Me siento cómoda, quiero decir, normalmente estaría muerta de miedo e incluso casi llorando, pero este chico me transmite mucha confianza. La moto para y lo miro extrañada.
—¿Ya?
—Sí. —Se empieza a reír y me indica con la cabeza que mire a mi derecha.
—Wow. —La casa es increíblemente bonita por fuera, no me la quiero imaginar por dentro. —Es preciosa Tyler.
—Lo sé. La elegí yo. —Dice haciéndose el importante.
—Me has recordado a Ryan. —Me río.
—Pero yo no soy como él, y tú lo sabes.
—Sí, lo sé. Pero ninguno de los dos sois malos chicos, quiero decir que... sois geniales los dos. A pesar de que seáis unos acosadores y eso... —Me echo a reír y él también.
—Oh venga ya, pero si no soportas a Ryan.
—Puede que pierda la paciencia con él un poco, pero eso no quiere decir que me caiga mal. Solo que cree que puede obtener lo que quiere siempre y tiene que aprender que eso no es así.
—¿Qué quieres decir con eso? —Pregunta con curiosidad.
—Tiene que acostumbrarse a que no siempre van a suceder las cosas que él quiera que sucedan, tiene que luchar por ellas y no creer que esas cosas vendrán directamente a él. —Se queda mirándome unos segundos analizando mis palabras.
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¡Piérdete! -EDITANDO
HumorJessica Scott es una chica que está acostumbrada a pasar el día sola y tranquila. La mayoría de las veces se siente mal porque nadie la toma en cuenta, pero todo cambia cuando dos chicos llegan a cambiar su vida, uno de ellos la va a seguir a todas...