Narra Ryan.
Después de ver a Jessica hablando animadamente con el chico nuevo, no sabía si ir y partirle la cara a ese imbécil o si largarme y olvidarme de todo lo que había visto. Decidí irme, pero no puedo olvidar ver como estaba tan sonriente con él cuando conmigo siempre está incómoda. Porque soy un imbécil. Al principio todo estaba tan bien, nos llevábamos bien, me costó ganarme su confianza pero lo conseguí. Aceptó salir conmigo un día y yo lo estropeé todo como siempre. Necesito hablar con Tyler. Necesito saber por qué él tiene que ser lo contrario que soy yo. No quiero ser una mierda de persona para ver como Jessica está cada vez más lejos de mi. No puedo seguir así. Me tiro en el sofá del salón y me limito a mirar el techo. Tyler no está en casa. Estoy solo. También me siento solo. ¿Qué me está pasando? Todos mis pensamientos desaparecen cuando escucho que llaman al timbre y me levanto a ver quién es. Me sorprendo al ver que es Jessica.
-¿Está Tyler? -Escuchar eso hizo que me sintiera aún peor. Asúmelo Ryan, no te va a buscar a ti. Al volver a levantar la cabeza me doy cuenta de que está llorando.
-No, no está... Si puedo ayudarte en algo... -Me abrazó de repente, y me quedé paralizado en mi sitio, pero le correspondí el abrazo. Mi corazón empezaba a latir más deprisa y casi podría jurar que me faltaba el aire. ¿Esto causa ella en mi? Cogí aire despacio y lo solté suavemente para relajarme. No quiero que ella note nada de todo lo que me está pasando. -¿Qué... qué te pasa?
-Es que... -Dejó de abrazarme y sentí un vacío que jamás había sentido. -No lo sé.
-¿Quieres pasar y hablamos...?
-No, es solo que, yo... me gusta un chico. Pero... pero sé que él no siente lo mismo por mi. Me preocupo por él e intento ayudarle. Pero no me sale nada bien, ni si quiera le caigo bien, es decir, yo... nada. Yo nada... Es mejor que me vaya. Cuando llegue Tyler dile que me llame por favor.
Salió de mi casa aún con lágrimas en los ojos y ahora el que quería llorar era yo. Me siento patético. ¿Le gusta otro y yo... me entero ahora? ¡Siempre supe que Tyler decía tonterías con respecto a Jessica y a mi, pero no pensaba que cuando me lo dijesen a la cara doliese tanto! ¿Por qué no puedo decirle lo que siento sin más? ¿Qué me lo impide? Cerré la puerta y volví a tirarme en el sofá. Necesito saber por qué cambia Tyler, porque tengo que luchar por ella, antes de que sea más tarde...
-Ryan... ¡Ryan! -Una voz me llama desde lejos pero no puedo distinguir bien quien es. -Ryan, cariño, ven aquí. -No, no puede ser.
-¿Ma... mamá? -Me acerqué cuidadosamente hasta el sitio de donde provenía su voz y no podía creer lo que estaba viendo, está aquí, está viva, está conmigo. Empecé a llorar como nunca antes había llorado y la abracé lo más fuerte que pude.
-Hola cariño... No llores...
-Es que esto no puede ser, ¿Tyler? ¿Dónde está Tyler? Tiene que verte.
-No, Ryan, escúchame, tienes que tranquilizarte. He venido a hablarte sobre Tyler, antes de que despiertes.
-No, no, no... No puedo estar soñando, dime que no.
-Lo siento cariño... Tienes que escucharme antes de que despiertes.
-Te escucho...
-Tyler cambia cuando tú lo haces porque... -De repente, no podía escuchar nada de lo que me decía. -Por eso debes hacerle ver que es único, al igual que lo eres tú.
-¿El qué? Mamá, no te vayas, no te he escuchado, mamá quédate. -Empezaba a sentirme más desesperado aún.
-Cuando soluciones tu problema con Tyler, podrás estar con esa chica. Sé feliz. Eso es lo único que quiero para tu hermano y para ti, que seáis felices. Te quiero muchísimo.
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¡Piérdete! -EDITANDO
HumorJessica Scott es una chica que está acostumbrada a pasar el día sola y tranquila. La mayoría de las veces se siente mal porque nadie la toma en cuenta, pero todo cambia cuando dos chicos llegan a cambiar su vida, uno de ellos la va a seguir a todas...