¡Piérdete! -EDITANDO

Capítulo 29.- Tercera parte del plan.

Narra Ariana.

Estaba con Austin aún pensando si sería buena idea llegar a hacer la tercera parte del plan que teníamos preparada para Ryan y Jess, o no. Se les ve muy bien juntos, aún así quiero algo que lo haga más definitivo. ¿Qué por qué me empeño tanto? Pues ni yo lo sé. Supongo que quiero ayudar a que Jess encuentre a alguien que merezca la pena y no a cualquier idiota que a primera de cambio la deje para irse con alguna otra zorra. Aunque tampoco es que conozca tanto a Jess. En realidad, tampoco sé por qué me estoy tomando tantas molestias con el tema. Será que me molesta que Austin piense que ella es tan genial y me quiero cargar su relación para que deje de ser tan feliz. Seguro que ha sido siempre una niña con una infancia perfecta. Y no me extrañaría, viendo al bombón que tiene como hermano. Además, me estoy yendo del tema. ¡Esto lo hago por ayudarla a ella! Y para ver cuánto aguante tiene Ryan. Siempre me ha gustado comprobar cuanto aguante tienen los chicos. ¿Por qué siento como si estuviese cambiando de tema cada cinco segundos? No sé, creo que el ver a Austin hacer abdominales me está matando de aburrimiento.

-Oye, tú, chico con la obsesión de tener el cuerpo perfecto. ¿Puedes dejar de hacer las malditas abdominales y hacerme un poco más de caso? Estoy pensando en si deberíamos hacer la tercera parte del plan con Jess y Ryan, o si dejarlo todo tal y como está. -Dije viendo como él seguía sin hacerme el más mínimo caso.

-Pues mira, sinceramente, me da igual lo que decidas. Soy yo el que tiene que actuar. Y el que en algún momento se llevará un golpe en las bolas por meterme con la chica del chico equivocado, así que, si quieres que lo haga, lo haré. Y si no, pues un golpe del que me libro. -Por fin paró de hacer abdominales y cogió la botella para beber agua.

-Aún no me creo que tú y yo seamos hermanos.

-Pues no te lo creas. Yo no quería una hermana y bueno... aquí estás.

-Perdona pero... tú eres más pequeño que yo.

-A lo mejor de cuerpo sí, pero de mente... lo dudo.

-¿Qué estás intentando decirme? ¿Que soy tonta? Oh querido, conmigo no te metas porque yo también sé dar buenos golpes y te puedo dejar la cara hecha un cuadro.

-Ya bueno, perro ladrador, poco mordedor. Es por ese mismo motivo por el cual estoy casi seguro de que Ryan algún día me molerá a golpes. Porque él nunca me ha amenazado, al contrario. Me matará, yo lo sé. -Se reía de la cosa tan estúpida que había dicho. ¡Yo no entiendo a este chico, de verdad que no!

-¿Crees que no sería capaz de pegarte? -Pregunté.

-Claro que eres capaz de pegarme, al igual que eres capaz de arrancarme las bolas y colgarlas en tu árbol de navidad.

-Que asco Austin.

-Por eso te lo digo. ¡No eres capaz de hacer nada que me pueda provocar un poco de daño! A lo mejor un guantazo, o algo por el estilo... por lo demás, no creo que deba preocuparme, hermanita.

-No me digas hermanita.

-¿Por qué no, hermanita?

-Porque así parece que soy más pequeña que tú, y no lo soy.

-Reprochándome estas cosas es por lo que pareces más pequeña, no por el simple hecho de que yo te llame hermanita.

-Suenas como si tuvieses cuarenta años y fueses un hombre muy culto cuando en realidad solo tienes dieciseis y eres un imbécil.

-Y tú suenas como una maruja de cincuenta que no tiene otra cosa mejor que hacer que buscarle las cosquillas a alguien. Ariana, anda y vete a tomar un poquito el aire.

Narra Austin.

Ariana me miró indignada y salió al patio a darle patadas a las piedras. Y luego dice que el inmaduro soy yo. Yo, sinceramente, no quiero hacer la tercera parte de este estúpido plan. Ni si quiera quise hacer la primera parte. Ryan y Jess me cayeron bien desde un principio. Mi amistad con Ryan... digamos que eso ya no es posible. Y mi amistad con Jess, está un poco marchita después de las dos veces que me cargué su relación con Ryan. Y la entiendo. Sé lo que es que Ariana quiera destrozar tu relación. Al menos no lo hace a posta contra Jess y Ryan, pero aún recuerdo cuando ese mismo golpe lo recibí yo. La única persona que me ha importado en algún momento de mi vida se fue gracias a una estúpida idea de Ariana. Supongo que tendré que vivir con ello porque... matar a los hermanos es un delito, ¿verdad?

Ya, me lo temía.

-¿Entonces ponemos en marcha el plan?

-Bueno... puede ser.

-Pues decídete de una vez, porque no pienso estar aquí esperando para que te decidas mucho más tiempo. ¡Tengo una vida! Y muchas cosas que hacer, así que, rápido.

-¡Está bien, como quieras, pues entonces sí, haremos el plan hasta el final!

-Bien. -Y una mierda bien, esto está mal, mal y jodidamente mal.

-Te lo explicaré todo. -Temía por todo lo que tendría que hacer esta vez. De verdad que no quiero cargarme esa relación.

-Cuenta.

-Es fácil, irás a hablar con Jess, obviamente, cuando Ryan aún no haya llegado. La entretendrás un rato y cuando Ryan aparezca... la besarás.

-¿Qué?

-Sí, y no un simple rocecito de labios, no. Eso no quiero. Tiene que ser un beso de verdad.

Me arrepentiré de esto toda mi vida.

-Yo haré que Ryan os vea. -Dijo orgullosa.

-Me matará. -Dije simplemente.

-Bueno, eso son daños colaterales.

-Eres una pésima hermana. Menos mal que no paso contigo la mayor parte de mi tiempo porque sino moriría de desesperación.

-Eres un idiota.

-¡Y con mucho orgullo!

Me levanté del sillón en el que me había sentado segundos atrás y me fui a mi habitación.

Sinceramente, espero que esto no salga tan mal como tiene pinta de que va a salir.

Por favor, que esto no acabe mal.

O al menos, no mucho.

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¡Hoolaaa! Vaya, tengo el presentimiento de que el capítulo anterior fue el último de felicidad por un tiempo, ¿no os da la misma sensación? ¡Os pido perdón anticipadamente por esto jajajaja! Y bueno, cada vez van quedando menos capítulos, pero aún hay Jess y Ryan para rato. ¡Gracias por leer, votar y/o comentar!