Narra Jess.
Me miro al espejo mientras me peinan y maquillan, me siento bastante nerviosa y no puedo dejar de tocar mis manos. Espero no echarme a llorar porque sino arruinaría el trabajo que llevan hecho estas chicas.
Sonrío mirando al espejo y respondo a un par de cosas que preguntan sin prestar demasiada atención, creo que vuelvo a tener ganas de llorar.
Son lágrimas de felicidad pero eso no quita el hecho de que son lágrimas y que van a estropear el maquillaje.
- ¿Dónde está mi chica favorita en el mundo? -Dice Tyler entrando a la sala y le sonrío ampliamente.
- Estoy aquí. -Contesto y él ríe. Se fija en mi peinado y maquillaje y deja de reír para sonreírme.
- Mi hermano es una persona jodidamente afortunada. -Dice y vuelvo a sentir ganas de llorar. -Joder Jess, no vayas a llorar. No quería hacerte llorar, ¿sabes que si Ryan se entera de que te he hecho llorar me hará pedazos? No llores.
Me río ante la desesperación de Tyler y las ganas de llorar disminuyen. No debo llorar.
- ¿Has visto a Ryan? -Pregunto y él asiente.
- Claro que sí, lo veo cada vez que me miro al espejo. -Ruedo los ojos y Tyler ríe. -Está bien, está bien. Sí, lo he visto.
- ¿Y está bien? Quiero decir, quizá esté algo confuso o...
- ¿Crees que quiere echarse atrás ahora? Jess, déjame decirte que nunca en mi vida había visto a mi hermano tan seguro de algo. Y él está seguro de que te quiere, así que no hay nada más que hablar. Si lo que te preocupa es que se eche atrás, despreocúpate. -Me interrumpe pero aún así doy un pequeño suspiro de alivio.
Yo también quiero a Ryan y estoy segura de ello.
- Creo que deberías salir un momento, es hora de que Jess se ponga el vestido y no creo que a tu hermano le hiciera mucha gracia saber que estás viendo ese momento. -Dice una de las chicas y Tyler ríe.
- Creo que probablemente me mataría, puedo esperar fuera. Avisarme cuando esté lista, quiero ser una persona afortunada y ser de las primeras personas en verla con ese vestido. -Tyler sale y cierra la puerta. La chica me sonríe.
- Bueno Jess, ha llegado la hora de ponerte el vestido. ¿Nerviosa? -Pregunta y asiento. Ella ríe.
- Llevo más de media hora preocupada por no llorar de los nervios para no arruinar el buen trabajo que habéis hecho. -Digo.
- En el caso de que lo hicieras, podemos retocar tu maquillaje sin problema. Sabemos que es un día muy especial y que muchas veces los nervios y la emoción nos ganan. -Dice y asiento con una gran sonrisa.
- Muchas gracias, pero creo que he dejado los nervios atrás. O al menos eso espero.
Otra de las chicas saca el vestido del armario y me lo acerca.
- Bien, hagamos esto. -Dice y asiento.
Un par de minutos después ya tengo el vestido puesto y los zapatos.
- ¿Llamamos al chico que hay en la puerta? -Dice la chica de antes.
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¡Piérdete! -EDITANDO
HumorJessica Scott es una chica que está acostumbrada a pasar el día sola y tranquila. La mayoría de las veces se siente mal porque nadie la toma en cuenta, pero todo cambia cuando dos chicos llegan a cambiar su vida, uno de ellos la va a seguir a todas...